Zaire Anderson tuvo que ser llevado al hospital. (AP)
El linebacker Zaire Anderson de los Broncos de Denver dijo que no recuperó la sensación en sus brazos o piernas hasta que iba en camino al hospital después de salir lesionado durante la victoria 24-6 de los Broncos sobre los Raiders de Oakland.
Anderson se lanzó para hacer una tacleada cuando cubría una patada, pero sufrió un golpe en el cuello cuando su casco golpeó con la cadera de su compañero Quentin Gause. El estadio se calmó y sus compañeros de equipo se arrodillaron en el campo en oración, mientras que el jugador de segundo año estaba atado a una camilla para llevarlo al hospital.
"Lo único que recuerdo es que estaba tratando de levantarme y no podía, no podía sentir mis brazos y piernas en absoluto. Traté de moverlos y no pude sentirlos", dijo Anderson ayer.
"Estaba asustado, estaba llorando y todo porque nunca había pasado por algo así, al principio pude sentir mis manos empezando a regresar un poco, pero mis piernas todavía estaban entumecidas. Cuando entré en la ambulancia empecé a sentir mis piernas, así que es una bendición ".
Anderson, quien dijo que todavía tiene hormigueo en ambos hombros, quedó inconsciente en la jugada y cuando estaba despertando y trataba de levantarse, "me pareció que la gravedad me tenía pegado al suelo", mencionó.
Explicó que los médicos le dijeron que se había comprimido su médula espinal.
Mientras Anderson estaba contando la aterradora escena, el apoyador Corey Nelson se inclinó y le dijo: "Estaba asustado por ti, estaba tan asustado, hermano".
"Pone un montón de cosas en perspectiva", dijo Anderson. "Nunca he cuestionado que algo así me pasara, así que fue una locura."
Anderson dijo que está contento de no tener que golpear de nuevo hasta el campo de entrenamiento.
