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CERVANTES, 400 AÑOS

Gerónimo de Pasamonte fue Avellaneda

CERVANTES, 400 AÑOS

CERVANTES, 400 AÑOS

JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA

Pues resulta que uno de los malhechores que en el capítulo 22 de la I Parte de El Quijote es conducido a galeras y el hidalgo manchego lo libera mediante la fuerza, corresponde no a un personaje ficticio sino a uno rigurosamente histórico, de nombre Gerónimo de Pasamonte, al que Cervantes le aplica en la novela el "sinónimo voluntario" de Ginés de Pasamonte y de manera más ridícula Ginesillo de Parapilla.

Este Gerónimo de Pasamonte nació en abril de 1553, era por lo tanto seis años menor que Cervantes, en la villa de Ibdes, población distante unos veinticinco kilómetros de Calatayud, efectivamente del reino de Aragón, como Cervantes lo afirma varias veces en la novela.

Y es cierto también que escribió la historia de su vida, que Cervantes menciona, de la que tuvo un primer borrador hacia 1593, cuando el autobiografiado andaba en los 40 años, versión que debió circular en forma manuscrita, como era la costumbre de la época, y que seguramente Cervantes conoció por esos años, puesto que la menciona en el capítulo 22. La versión definitiva del manuscrito, que nunca se publicó en su tiempo, está fechada en enero de 1605.

Todo parece indicar que de este manuscrito no quedó huella y tampoco un solo ejemplar en España. Pero en 1877, en un viaje que hizo a Nápoles, don Marcelino Menéndez y Pelayo encontró en la Biblioteca de esta ciudad una copia del manuscrito de la "Vida y trabajos de Gerónimo de Pasamonte". Misma que 45 años después, en 1922, se publicó con su grafía original y en 1952 apareció una segunda edición con su redacción modernizada.

Ya en la década de los años 60, Martín de Riquer realizó los primeros estudios comparativos entre la "Vida de Gerónimo de Pasamonte" y el Quijote de Avellaneda, y profundizó en el estudio de la biografía del aragonés. Formuló entonces las primeras hipótesis, que en su tiempo muchos no aceptaron, pero no se atrevió a asegurar de manera categórica que uno y otro, Pasamonte y Avellaneda, son la misma persona, por carecer de "un documento" que así lo establezca de manera fehaciente.

En su estudio, Riquer encontró cosas muy interesantes en las vidas de Cervantes y Pasamonte, como si se tratara de vidas paralelas. Ambos, como soldados, participaron en 1571 en la batalla de Lepanto y un año después en la de Navarino. De hecho ambos formaron parte del mismo tercio militar desde agosto de 1571 hasta abril de 1572. Luego ambos fueron hechos prisioneros y permanecieron en cautiverio (prácticamente esclavos) de los turcos, Cervantes durante 5 años y Pasamonte 18. Asimismo está documentado que ambos coincidieron en Madrid, haciendo diversas gestiones, entre el verano de 1594 y el inicio del año 1595.

De lo anterior concluye Riquer que "Es de toda evidencia, pues, que Pasamonte y Cervantes se conocieron", aunque resulta imposible saber cuáles fueron las rencillas, "tan frecuentes entre la soldadesca", que les hicieron ser enemigos acérrimos. Pasamonte, quien fue casado en Italia e incluso tuvo hijos, terminó sus días entre 1622 y 1626, como religioso en un monasterio cercano al pueblo donde nació.

Después de Riquer, dos académicos españoles, Alfonso Martín Jiménez (quien dictó una conferencia en el Coloquio Cervantino de Guanajuato, en mayo de 2015) y Juan Antonio Frago Gracia, si bien este último en menor medida, han realizado profundos estudios comparativos (lingüísticos, estilísticos, históricos, filológicos, etc.) entre ambas obras de Pasamonte, es decir, de su "Vida" y del Quijote apócrifo, y de manera contundente, abrumadora, sin que quede brizna de duda, no se puede menos que concluir que efectivamente Avellaneda fue Pasamonte, aunque falte algún documento de la época que así lo acredite, como con excesivo escrúpulo planteó Riquer.

Pero falta decir algo aún más sorprendente: Que contra lo que comúnmente se cree, no fue Avellaneda quien imitó a Cervantes, sino Cervantes quien imitó a Avellaneda al escribir la II Parte de su Quijote, toda vez que conoció y leyó muy bien el manuscrito de Avellaneda, antes de la impresión de éste y de que el alcalaíno iniciara la composición de la II Parte de su Quijote.

La de Cervantes fue desde luego lo que se llama una imitación (de pasajes, trama, personajes, episodios, dichos y hasta palabras poco comunes) de carácter meliorativo, es decir, una imitación muy superior a la del autor imitado, y a través de la cual juega y se burla de éste.

Fue como una especie de trato que Cervantes le propuso a Pasamonte: tú dejas ya de escribir sobre Don Quijote (pues anunció que su novela continuaría), y yo no revelo quién eres. Y fue así como no hubo ya continuación del Quijote apócrifo y el autor de éste permaneció casi 400 años sin saberse quién fue.

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