El camino hacia el arte
"No se ve bien sino con el corazón,
Lo esencial es invisible a los ojos".
A. S.
Todo empieza con un infortunado intento por ser un artista en la pintura, pero no queda ahí ese intento es lo que desencadenara una bella amistad con un pequeño ser de delicadas facciones y nobles intenciones que va de planeta en planeta buscando un amigo.
Sí, en efecto es la conocida historia de El Principito, que Antoine de Saint-Exupéry legó y que sigue encantado a generaciones con la sencillez y espíritu de búsqueda que caracterizan a este querido personaje.
Primero hablemos de autor, Antoine era un experto aviador nacido en Lyon, Francia, prácticamente toda su vida estuvo en el aire en diferentes empresas primero en el servicio militar en Estrasburgo, después fue piloto para transporte de correo y también cumplió labores de reconocimiento. De ahí tomó inspiración para varios de sus escritos ya que la historia del pequeño príncipe no es la única, pero sí quizá la más conocida. Otras de sus obras son "Tierra de hombres" en la cual plasma la experiencia de quedar varado en el desierto del Sahara, del mismo modo es autor de "Vuelo nocturno" cuya trama gira en torno a un piloto que se ve dentro de una tormenta en territorio argentino, cabe destacar que en la biografía del autor él conoce a su esposa en Argentina y radica allá unos años. Además de ser esta otra de sus obras mejor recibidas.
Como es posible notar, su inspiración está en las experiencias de su vida, un punto clave al tratar cualquier tema. Hablar, hacer o escribir desde la experiencia y que de esa manera llega a la esencia. Podría ser esta la clave de aquello que no es posible ver a simple vista y necesita mayor esfuerzo, pero que por ello impacta de una forma más contundente en nuestra vida.
Incluso el Principito, nos lo muestra de formas muy sutiles, pero que son la mejor forma de comprender las cosas que realmente importan. Un niño que enseña filosofía de la vida con la sencillez con la que formula una pregunta -a la cual no renuncia después de haberla formulado- o con la que pide un cordero.
Un aviador que se encuentra solo en el desierto y que es visitado por un niño que se convierte en su amigo y le cuenta sus travesías interplanetarias con diferentes especímenes de seres humanos que el describe como personas que sólo les interesan cifras, mientras que poco a poco abre una brecha entre lo que puede ser la imaginación de un niño con planteamientos filosóficos como la amistad, lo valioso, la importancia de la disciplina como -deshollinar sus volcanes o cortar los arbustos llamados baobabs- que representan las emociones y las problemáticas de la vida. Esta forma de presentar la filosofía, vestida con metáforas es una manera accesible de comenzar a hacerse preguntas, incluso en Fernando Savater aboga por una filosofía de este tipo, considerando que él es un filósofo contemporáneo mientras que El Principito, fue escrito antes de la segunda guerra mundial. Sin duda un libro recomendable para disfrutar leyéndolo y sobre todo para buscar el profundo sentido de aquello que es invisible a los ojos, pero no al corazón.
