A Chris Sale no le preocupa quién será el as en Boston

Chris Sale aseguró que no le preocupa quién es el as de la rotación de Boston, una que incluye a Rick Porcello y David Price y a la que se sumó luego de un canje con los Medias Blancas de Chicago.

"Jugamos por un trofeo, no por una etiqueta", dijo Sale ayer, un día después que Boston lo adquirió de Chicago a cambio de cuatro prospectos de las ligas menores, incluyendo el cotizado cubano Yoan Moncada. "Esta situación le quita presión a todos. Sólo tienes que salir a lanzar, porque no sientes que tiene este peso enorme sobre los hombros de ganar cada partido".

Elegido al Juego de Estrellas en las cinco últimas temporadas, Sale terminó entre los seis primeros en la votación al Cy Young en todas esas ocasiones. Porcello, por su parte, obtuvo el galardón este año, y Price lo recibió en 2012.

Sale era el pitcher más codiciado en el mercado, después de una temporada en la que tuvo varios encontronazos con la plana mayor de los Medias Blancas.

En el incidente más difundido, Sale fue suspendido por cinco partidos después de usar tijeras para cortar los uniformes retro que el equipo iba a utilizar en un partido, por considerarlos incómodos.

"Las cosas no salieron bien (en Chicago), realmente me hubiese gustado que salieran bien", dijo Sale el miércoles. "Estoy agradecido por etapa con los Medias Blancas, y ahora estoy entusiasmado por este próximo capítulo".

Ese próximo capítulo es con unos Medias Rojas que ganaron la División Este de la Liga Americana la temporada pasada, y cuya rotación también podría incluir a Steven Wright, Eduardo Rodríguez, Drew Pomeranz y Clay Buchholz. Cuando le preguntaron antes del inicio de las reuniones de invierno quién sería el abridor el primer día de la temporada, el manager John Farrell respondió que "tenemos bastante tiempo para decidirlo".

"Ahora mismo tenemos un exceso (de abridores)", dijo Farrell el martes. "Pero cuando lo contemplas detenidamente, es un grupo emocionante".

Sale tuvo marca de 17-10 con 3.34 de efectividad y 233 ponches en 2016. Su salario el próximo año es de 12 millones de dólares, con opciones del equipo por otros dos años por 12,5 y 15 millones.

Ese contrato relativamente barato lo convirtió en el blanco de muchos equipos desde la fecha límite para realizar canjes de la temporada pasada, y los Medias Blancas sabían que era su mejor ficha para empezar un proceso de reconstrucción.