Las tecnologías LED permiten ahorrar más de un 60% en el recibo de consumo, además del 20% de media de ahorro que suponen las medidas de eficiencia energética en las empresas. (ARCHIVO)
El tejido empresarial español está formado en una amplia mayoría por pequeñas y medianas empresas. Así lo certifica el Informe de la Empresa Mediana Española 2016 que muestra que el 94,6% de las empresas tiene menos de 10 trabajadores. Al contrario de lo que podría pensarse la productividad de las PyMes españolas es mayor que la del resto de la Unión Europea.
“Nunca compre nuevo lo que pueda comprar de segunda mano; nunca compre de segunda mano lo que pueda alquilar; nunca alquile lo que pueda pedir prestado; nunca pida prestado lo que pueda mendigar, y nunca mendigue lo que pueda rescatar de un naufragio”. La gestión de pequeñas y medianas empresas exige a los empresarios un auténtico juego de prestidigitación como muestra este extracto del libro Creación de empresas para emprendedores.
Este juego de equilibrios se ha potenciado con la crisis. Sin embargo, los expertos insisten en que la gestión de los costes para que sea realmente efectiva se ha de emprender desde el inicio de la actividad y no solo cuando se dan situaciones de crisis. ¿Cuáles son las partidas que más aportan al ahorro empresarial?
Las tecnologías, el nuevo aliado
Emprender en la actual situación de la Economía española no resulta fácil, pero tampoco imposible. Numerosas pymes pasaron en estos años de emprendedores a medianas empresas, y de ahí han dado un salto cualitativo como empresas referentes a nivel internacional.
Uno de los grandes puntos de inflexión para todas ellas ha sido el uso de soluciones de base tecnológica a fin de ahorrar en sus procesos. La contabilidad electrónica incluida. Para ello se han valido de software como miskuentas
, gracias a la cual se han ahorrado recursos y tiempo para invertirlos en otras áreas estratégicas de sus negocios.
Según datos del estudio SAP de IDC, las pequeñas y medianas empresas han aumentado entre un 50% y un 70 % su competitividad tras invertir en los procesos de transformación digital, lo que les ha permitido crecer más rápido que sus inmediatas competidoras.
La transformación digital de las empresas ha vivido un paso anterior: la digitalización de sus procesos y servicios.
Además de la facturación electrónica y la gestión mediante software de la contabilidad, el teletrabajo o la implantación de software colaborativo y open source para análisis de negocio y Big Datahan ahorrado casi un 50% de los presupuestos planificados.
Negociaciones con proveedores... y aliados
La relación con los proveedores es clave para optimizar los recursos productivos. Independientemente del sector y la actividad. Tu capacidad de negociación se verá incrementada con la utilización de las nuevas vías de información que ha abierto la globalización.
Más allá de la negoción pura con proveedores, estos inputs también traen consigo información de utilidad para encontrar pymes y empresas con las que unir fuerzas para alcanzar hitos de ventaja competitiva: descuentos por grandes compras, acuerdos de pago más flexible o intercambio de servicios equitativos.
Los gastos corrientes... suman en la cuenta (o restan)
Las facturas más comunes al inicio de toda actividad son las de luz, agua, calefacción o combustibles. En las partidas de gastos pueden no ser abundantes en cuantía, pero todo suma al final de mes, y sobre todo, en las cuentas anuales. En el argot económico se les conoce como los gastos hormiga: pequeñas facturas que suponen una merma continua en la cuenta mensual de resultados.
Como todos los gastos podemos ejecutar medidas para disminuir estos gastos y que muten en fuente de ahorro. Ojo, serán también unos ahorros hormiga. Entre las acciones que tu pyme puede comenzar a ejecutar, la más habitual es la sustitución de las bombillas tradicionales por fuentes lumínicas LED, concienciar a los empleados en apagar y desconectartodos los dispositivos pantallas incluidas) que no sea imprescindible dejar con corriente eléctrica al finalizar la jornada.
Las tecnologías LED permiten ahorrar más de un 60% en el recibo de consumo, además del 20% de media de ahorro que suponen las medidas de eficiencia energética en las empresas.
Los gastos en transporte son otro lastre para las economías de pequeñas y medianas empresas. Si bien hay partidas ajenas al control del empresario, como el precio de la gasolina o los costes de las reparaciones, sí que puede formar a sus trabajadores en conducción eficiente con la que puede llegar a ahorras hasta un 20% anual en la factura anual, buscar sistemas de renting más económicas (en esta partida las pymes se llegan a ahorrar un 20% de los gastos y amortizaciones de los vehículos de empresa) o renegociar con los seguros las prestaciones o el precio final.
La suma de cada una de estas medidas de ahorro ha permitido al tejido empresarial español superar una época incierta, y revertir ese capital en nuevos procesos de transformación digital. La cuarta revolución ha comenzado diluyendo las fronteras entre grandes y pequeñas empresas.
