Cada vez que cambia el clima, ya sea de calor a frío o viceversa, cambian también las enfermedades comunes que la población padece, esto es por los factores de riesgo que encontramos propios en cada temporada. Asimismo, también es muy importante considerar la susceptibilidad de cada individuo para padecer determinada enfermedad independientemente de la temporada; así pues, tenemos por ejemplo, que a los inicios de año los principales problemas que tenemos en cabeza y cuello son los relacionados con las alergias y rinitis alérgica, específicamente, que condiciona mala respiración y todas las consecuencias derivadas de esto; en verano algunos relacionados con infecciones de oído provocado por altas temperaturas y humedad.
Esta época del año (otoño-invierno) no está fuera de lo comentado, también tenemos padecimientos propios de la época, pasando por los resfriados comunes y las enfermedades de garganta, tenemos también que considerar los sangrados nasales, denominados de manera médica como Epistaxis, los sangrados nasales (salida de sangre a través de las fosas nasales) es un padecimiento bastante común en la población general (hasta 6 de cada 10 personas que lo presenta al menos una tiene sangrado nasal a lo largo de su vida) la manera de presentarse y la gravedad puede ser ampliamente variable pudiendo ser algo en extremo sencillo que se resuelva sólo al cabo de unos minutos, a una situación en la que se necesite acudir al hospital para poder resolver el problema, o bien, en algunas ocasiones puede requerir hospitalización por tratarse de un sangrado que ponga en peligro la vida.
Lo cierto es que tenemos factores de riesgo para presentar epistaxis, uno de ellos es precisamente el clima frío y seco (en algunas regiones) que encontramos en esta época del año, esto es uno de los factores de riesgo más importante, ya que causa una mala función de la mucosa nasal, secando las secreciones y haciendo más frágiles a los vasos sanguíneos en esa zona y por tanto más susceptibles para que al mínimo estímulo (que poder ser un simple rascado nasal en un paciente previamente alérgico acostumbrado a rascarse la nariz) se presente el sangrado.
Hay otros factores de riesgos a considerar que a su vez elevan la posibilidad de tener sangrados nasales en esta época, podemos mencionar los más importantes como son edad; en los extremos, menores de 10 años y mayores de 50 años; presencia de otras enfermedades como rinitis alérgica, hipertensión y algunas enfermedades propias de la sangre que eleven el riesgo de sangrado y el uso crónico de algunos medicamentos como aspirina (y medicamentos similares), esteroides nasales como los usados para rinitis alérgica, entre otros.
Para disminuir el riego de epistaxis se sugiere mantener la mucosa nasal lubricada y evitar ambiente frío, es decir, maniobras sencillas como lavados nasales con soluciones salinas y aplicar ungüentos humectantes adentro de las fosas nasales, estas medidas preventivas disminuyen el riesgo hasta en un 50 % de presentar este problema; sin embargo, si un paciente presenta sangrado nasal que no se resuelva espontáneamente, o bien, presenta recurrencia, es aconsejado acudir con su médico para verificar las causas y resolverlas, o bien, considerar enviarlo al especialista.
*Otorrinolaringólogo y cirujano de cabeza y cuello. Profesor de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Adalberto Mena Caldera, Psiquiatra.
