Es aberrante y a todas luces lo peor que se hace en el gobierno para establecer, al menos, reglas y procedimientos elementales que nos garanticen que sí pueden hacerse las cosas bien; cuando conviene se habla y se impulsan formas, instrumentos, incluso estructuras administrativas para que se integre, como tarea, el control. Bonita palabra cuando se trata de aplicar a lo que el gobierno hace; sin embargo, sólo resulta ser eso: una palabra; de allí deriva la forma, y debiera, también, derivar un fondo serio, que nos demuestre que contamos con mecanismos y con instrumentos que atiendan esta importante tarea.
En este tsunami político con repercusiones económicas y anímicas que resultó de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, aparece un gobierno con más palabras, sin hechos y una notoria ausencia de proyectos para enfrentar el vendaval que se viene. Sólo acierta a ser comparsa del entretenimiento que este hecho ha suscitado. Sin proyecto de nación, tenemos un gobierno rapaz y reactivo; así, el presidente dice que no habrá problema, que México está preparado para enfrentar la repercusión económico financiera que tal hecho ha provocado.
Al día siguiente de la elección el secretario de Hacienda dice que el cinturón habrá de ser ajustado, pero ellos, el gobierno, no son invitados a estos ajustes. Ni un centavo habrá de tocarse al presupuesto de los partidos políticos ni al del INE; ni a los gastos de publicidad y difusión de TODA la estructura de gobierno, no importa que en salud y educación se aplique menos presupuesto; ni al poder legislativo, donde además los diputados tienen un guardadito para que lo lleven a sus distritos como apoyo gestionado y conseguido por ellos, ahí tampoco aparecerá el cinturón de los ajustes. Sin embargo, más allá del cinismo con el que están actuando el ejecutivo y el conjunto de legisladores, en aras del entretenimiento que nos recetan un día y otro también con los Duarte de Veracruz y Chihuahua, Herrera de Durango, Borge de Quintana Roo, verdaderos atracadores, queda al margen nuestro interés como sociedad. No darse cuenta que el escenario significa grandes problemas, pero si no aprovechamos la coyuntura, dejaremos pasar las oportunidades.
En PC 29 consideramos que los desafíos se pueden convertir en oportunidades, como discutir, analizar, polemizar sobre los raquíticos sistemas de vigilancia y control del gobierno. Esto nos lleva a preguntarnos ¿y los problemas de adentro, cuándo van a ser atendidos? En este escenario de divertimento, humo y simulación, toma su verdadera dimensión el control que se necesita adentro. ¡Basta ya de que el controlado designe al controlador! La caricatura que fue Virgilio Andrade investigando responsabilidad del presidente Peña en el asunto de "la casa blanca" no pudo ser más patético.
El auditor de Coahuila Armando Plata se comporta como tapadera y cómplice de los saqueos del estado: ejerce control de forma y manipula las leyes a modo en relación al gravísimo atraco que significó la deuda pública por más de 36 mil millones de pesos. ¿Y qué podemos decir del minúsculo contralor del gobierno de Riquelme, Javier Lechuga, cuya tarea no pasa de validar y legalizar un incipiente control selectivo en un gobierno que se destaca por su opacidad, violación sistemática de leyes y acuerdos -ver, por ejemplo, las irregularidades de Sistema de Alumbrado Público contratado y concesionado, o el teleférico donde el no cumplir con depósito de fianza pasa de noche al contralor- que también ha sido tapadera desde tiempos en que operaba como auditor externo de SIMAS durante el período de Olmos y ahora es receptor de beneficios por complicidad.
Si no queremos dejar pasar la oportunidad, ¡despertemos! ¿Queremos que se repita la inundación de colonias y la insalubridad en la que viven vecinos de PROVITEC, Torreón Residencial, Roma y colonias aledañas, donde sufrieron y vivieron la porquería de las aguas negras hasta en los fregaderos de sus casas? Más de 400 familias no podían disponer del servicio elemental siquiera para cocinar, lavar trastes, asearse.
Parece broma, pero vivimos dos porquerías: una derivada de la putrefacción de las aguas y los deficientes sistemas de drenaje y la otra de tener un gobierno que también huele mal, muy mal. En PC 29 no queremos más pestilencia y malos olores.
Amable lector, si tienes interés por participar en los asuntos de tu comunidad, acércate a nosotros, que también lo tenemos. Y uno de ellos es la de revisar las leyes en que se basan los procedimientos de control. Que no sea más el controlado quien designe al controlador. Podemos hacer nuestra propuesta y poner a prueba a quienes nos representan, diputados y regidores. ¡Claro que sí podemos! Acércate, interésate, participa, entérate. PC 29 lo está haciendo. ¡Acompáñanos!
En el Cajón. Si el gobierno de Humberto Moreira hizo punta para endeudarse de manera brutal y llevarse gran parte de ese dinero, por las últimas noticias, donde se señala la forma mafiosa de actuar del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge para que mediante parientes y prestanombres se pudiera hacer de terrenos en los mejores lugares de ese estado, ¿no se pudieron haber repetido las formas y prácticas ya aplicadas en Coahuila? No debemos dejar pasar el hecho de que se ha aprobado una nueva Ley de Deuda Pública, que permite legalizar lo que la anterior establecía como delito. Las redes de complicidades identificadas en Quintana Roo se han repetido en Chihuahua, Veracruz, Sonora, y por lo visto, también en Coahuila, donde todo empezó.
www.pc29laguna.org.mx
Facebook: Participación ciudadana 29
Twitter: @pc29laguna
