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Banco de México ajusta estimaciones de crecimiento

Los nuevos pronósticos no incorporan de lleno lo que haría Trump

Foto: Archivo Siglo Nuevo

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REDACCIÓN S. N.

El Banco de México (Banxico) ajustó de manera enfática sus previsiones de crecimiento para la actividad económica de México durante este año y en 2017, y dio a conocer su primera estimación de crecimiento económico para 2018.

El gobernador del banco central, Agustín Carstens, señaló que durante el tercer trimestre del año la economía mexicana enfrentó una coyuntura complicada, pues el panorama de la economía mundial se tornó más complejo.

Esto, entre otros factores, como consecuencia del proceso electoral llevado a cabo en Estados Unidos y su resultado, lo cual impactó de manera importante a los mercados financieros nacionales, argumentó al presentar el Informe Trimestral julio-septiembre 2016 del Banxico.

Comentó que pese a que se anticipa una recuperación de la economía global, las perspectivas de crecimiento y de comercio a nivel mundial continúan revisándose a la baja, además el resultado de la elección en Estados Unidos elevó el riesgo de instrumentación de políticas que obstaculicen el comercio exterior y la inversión extranjera en el país.

Apuntó que a nivel interno, las previsiones de producción de petróleo crudo se ajustaron a la baja, lo que sugiere que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en los próximos trimestres podría ser menor a lo previsto en el informe anterior.

El presidente del Banco de México explicó que en 2016 el Banxico estrechó el intervalo de su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana a entre 1.8 y 2.3 por ciento, desde el 1.7 y 2.5 por ciento previo.

EN UN FUTURO CERCANO

Para 2017 modificó su intervalo de pronóstico de crecimiento del PIB a uno de entre 1.5 y 2.5 por ciento, en relación con su proyección previa de entre 2.0 y 3.0 por ciento, y anunció que la primera estimación del banco central para 2018 prevé un alza entre 2.2 y 3.2 por ciento.

El funcionario precisó que los nuevos pronósticos de crecimiento del Banxico no incorporan de lleno lo que podría hacer la nueva administración de Estados Unidos, ni la posible respuesta de las autoridades mexicanas, ya que no se tiene la claridad suficiente para “mapear” un pronóstico.

Según las estimaciones México está en una posición de fortaleza para enfrentar este nuevo entorno en la relación bilateral que tendrá el país con Estados Unidos a partir de 2017, tras el triunfo del republicano Donald Trump a la presidencia de ese país.

Ello, como resultado de los logros alcanzados y previstos de consolidación de las finanzas públicas; la aplicación de medidas de política monetaria preventivas; un sistema financiero bien capitalizado, solvente y sin problemas de liquidez, así como un proceso inédito de reformas estructurales.

No obstante, se subraya, que la coyuntura exige estar muy al pendiente de los riesgos que enfrenta la economía mexicana, lo que ya arrastra del pasado, como los nuevos que se han formulado, sobre todo tras el resultado del proceso electoral en Estados Unidos.

Los riesgos al alza para el escenario de crecimiento son que la implementación de las reformas estructurales tenga un efecto más favorable sobre el crecimiento económico y en un plazo menor al anticipado.

EL CAMBIO EN LA BALANZA

Ante la depreciación del tipo de cambio, y que las exportaciones petroleras se reactiven de forma notoria y duradera, daría impulso adicional a la producción industrial.

Entre los riesgos a la baja, mencionó Agustín Carstens, está el que la nueva administración en Estados Unidos implemente políticas que obstruyan el funcionamiento de las cadenas de producción compartidas con México.

La posibilidad de que continúen los episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que pudieran reducir las fuentes de financiamiento o la inversión extranjera hacia México, así como que persista el deterioro de la confianza de consumidores e inversionistas, podría afectar el consumo y la inversión del sector privado.

El informe destaca que el empleo ha venido mejor de lo esperado, por lo cual el instituto central elevó su estimación de creación de puestos de trabajo afiliados al IMSS para este año, a entre 640 y 710 mil, desde su proyección previa de entre 590 mil y 690 mil.

Para 2017 se prevé un aumento de entre 600 y 700 mil plazas, menor a las entre 610 mil y 710 mil previstas el trimestre previo, y para 2018 calcula que los puestos de trabajo afiliados al IMSS crezcan entre 650 y 750 mil plazas.

LA INFLACIÓN EN EL PAPEL

Sobre la inflación, se anunció que el banco central espera un aumento gradual para situarse al cierre de este año ligeramente por arriba de 3.0 por ciento; para 2017 espera que se ubique por arriba de ese objetivo, pero dentro del intervalo de 3.0 por ciento, más/menos un punto porcentual, y en 2018 se acerque a niveles cercanos a 3.0 por ciento.

Se precisa que la Junta de Gobierno del Banxico seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, en especial del traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios y la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos.

Ello, con el fin de estar en posibilidad de continuar tomando las medidas necesarias para consolidar la convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento, con toda la flexibilidad en el momento y la magnitud en que las condiciones lo requieran.

En su opinión, lo que ha sucedido con la economía mexicana en las últimas semanas es un choque externo bastante importante, “realmente podría ser un cambio estructural con nuestro principal socio comercial”.

Ante ello, dijo, la principal aportación del Banxico es coadyuvar a que el ajuste en precios relativos sea de la manera más efectiva posible e implique una menor inflación, y no se contamine el proceso de formación de precios en la economía.

Para el fortalecimiento de la confianza de la economía de México, consideró imprescindible continuar con la adecuada y pronta implementación de las reformas estructurales, toda vez que permitirán elevar la productividad del país y alcanzar una mejor asignación de recursos.

Resaltó que esto podría dar un importante dinamismo al mercado interno, lo cual es fundamental dado el entorno externo complicado que se está enfrentando y también permitiría diversificar más la economía, desde el punto de vista del comercio exterior y de las fuentes de financiamiento.

El gobernador del Banxico añadió que en los últimos meses “no hemos visto grandes salidas de capital” del país a causa del entorno externo, pues hay confianza en los fundamentos de la economía, en el compromiso de las autoridades de hacer ajustes y porque se enfrenta un fenómeno que afecta prácticamente a toda la economía mundial.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, participa en la presentación del informe trimestral julio-septiembre 2016. Foto: EFE
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, participa en la presentación del informe trimestral julio-septiembre 2016. Foto: EFE
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