(Segunda parte)
BELISARIO DOMÍNGUEZ nació en la ciudad de Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1863. Sus padres fueron don Cleofas Domínguez y la señora Pilar Palencia, esta última originaria de la República de Guatemala. Don Cleofas fue comerciante, sin embargo, durante las luchas de la Reforma contra la intervención francesa y contra el Imperio, supo poner a prueba el patriotismo peculiar de la Familia Domínguez.
Fue hermano de don Gregorio y del General don J. Pantaleón. Don Gregorio murió luchando en esta ciudad, defendiéndola contra las fuerzas reaccionarias, que al mando del General Barberena, la atacaban en 1847; don Pantaleón, que fue militar, comandó el glorioso Batallón de Chiapas, en el histórico sitio de ciudad.
Don Cleofas fue un glorioso mutilado, pues perdió una pierna en el combate que sostuvieron unos cuantos civiles defendiendo la plaza de Comitán contra el vigoroso ataque de las fuerzas clericales del reaccionario Juan Ortega, el 15 de mayo de 1863.
En esta épica jornada, que honra mucho a la ciudad de Comitán, cuna de la independencia de Chiapas y de la incorporación del mismo Estado de la Confederación Mexicana, murió heroicamente el Presidente Municipal de la misma ciudad, don Francisco de Jesús Castellanos, quien patrióticamente organizó la defensa de la plaza, con un puñado de civiles.
Se ha hecho esta digresión con el objeto de dar a conocer el abolengo patriótico del doctor Belisario Domínguez, único por su carácter, quien desde su niñez denotaba la rectitud y las energías que habían de hacer de él un mártir, al igual que la bondad de su corazón, que en el ejercicio de la medicina, había de hacer de él un Apóstol de la Caridad.
Desde su infancia, fue respetado por sus condiscípulos en la escuela primaria; cuando terminó su instrucción básica, en escuelas particulares de Comitán, se dedicó a los estudios de latinidad, siendo su profesor el insigne maestro don Braulio García. En 1879, pasó a San Cristóbal de las Casas, a cursar la preparatoria en el Instituto de Ciencias y Artes del estado.
Por haberse desbordado sobre esa ciudad el Río Amarillo, en septiembre de ese año, se paralizaron todos los negocios; los establecimientos de enseñanza fueron cerrados y por tal motivo don Evaristo, hermano de Belisario, lo condujo a Comitán, para posteriormente ser llevado a París a terminar sus estudios de preparatoria y profesional. Diez años más tarde, volvió a su ciudad natal con los títulos de Médico Oculista, Cirujano y partero, mismos que recibió el día 17 de julio de 1889.
Poco después, contrae matrimonio con la señorita Delina Zebadúa. Tuvo en su matrimonio cuatro hijos: Matilde (01-10-1891); Hermila (25-08-1893), Carmen, quien murió al nacer, y Ricardo. (28-10-1897).
Antes de su matrimonio, su padre, don Cleofas, enfermó gravemente. Fue operado por Belisario con éxito; sin embargo, como ya era un anciano, quedó en estado de no poder estar sin el cuidado inmediato de su hijo, éste no lo abandonó jamás; le prolongó por algunas años la vida.
Para no dejar a su padre, declinó altos honores, como el de haber sido designado por el Gobierno del Estado, precedido por el Coronel Francisco León, para asistir como Delegado a un Congreso Médico, que tuvo lugar en la capital de Rusia por el año de 1897.
Este mismo año, falleció su madre, y cinco años después, su padre. Poco después, marchó a la Ciudad de México a ver si en esa capital encontraba médicos más afortunados que él, que curaran a su esposa, que desde hacía varios años, se encontraba delicada de salud. Todo esfuerzo fue inútil, en 1902 fallece doña Delina Zebadúa de Domínguez.
Del 1903, son sus hojas sueltas impresas y hechas circular profusamente en la capital de la República. En la primera, titulada "Chiapas", da a conocer las riquezas del Estado, la incuria de los gobiernos de Chiapas, su desenfrenado afán de lucro, antes de su interés por el verdadero progreso del mismo, e invita a todos los patriotas y especialmente a los periodistas de México, a colaborar con sus valiosos elementos de propaganda, para dar a conocer las necesidades de este apartado rincón de la República.
