Donald Trump empieza a cumplir sus amenazas proteccionistas. Este 21 de noviembre anunció a través de un video que en su primer día de gobierno ordenará el retiro de su país del Tratado Trans-Pacífico, el TPP, acuerdo firmado el pasado 4 de febrero por 12 países que está en espera de ratificación. Lo curioso del caso es que este pacto fue promovido por Washington como una forma de contrarrestar la creciente influencia de China en el Pacífico generada por su iniciativa Un Cinturón Un Camino. Barack Obama, todavía presidente estadounidense, señaló en un momento: "Aprobar el TPP es para mí como un portaaviones".
La decisión de Trump de cancelar la participación estadounidense en el TPP deja el terreno libre a China, país que el propio magnate ha presentado junto a México como una de las grandes amenazas comerciales a la Unión Americana. Revela también cómo el ánimo proteccionista del nuevo presidente es más fuerte incluso que su supuesto propósito de salvaguardar los intereses de su país.
La verdad es que el TPP ha sido negociado en buena medida para allanar el ingreso de los productos de países americanos --desde Estados Unidos hasta Chile pasando por México-- a los mercados asiáticos. Las naciones asiáticas han tenido tradicionalmente un superávit comercial muy importante con sus contrapartes de nuestro continente. Esto es producto, en parte, de su competitividad, pero también de que mantienen políticas proteccionistas frente a muchos productos americanos. México es afectado por muchas de estas prohibiciones asiáticas.
El TPP establecería reglas parejas para los países signatarios, con el fin de que la apertura de unos fuera compensada por la de los demás. La idea era establecer una cancha pareja para todos. El TPP tendría también instrumentos para dirimir disputas comerciales, mientras que en la actualidad éstas deben resolverse de forma individual, lo que favorece a los países más fuertes o a los más abusivos.
La desaparición del TPP obligará a los países de Asia, que mantienen ya la mayor parte de su comercio con China, a acercarse más a ese país y a aceptar las condiciones que Beijing ha establecido en sus relaciones comerciales. La posición de China se vería muy fortalecida.
Para México el fracaso del TPP generaría consecuencias particularmente negativas. Nuestro país tiene ya una economía abierta. Los intentos por imponer aranceles punitivos a los productos asiáticos han resultado contraproducentes. Éste ha sido, por ejemplo, el caso del acero. Al establecer aranceles especiales a este insumo para proteger a los productores mexicanos, el gobierno mexicano sólo ha logrado hacer menos competitivos los bienes terminados que se fabrican con acero en nuestro país. Sin embargo, la apertura mexicana, cuando los países de Asia mantienen restricciones a las importaciones de ciertos productos mexicanos, ha generado un enorme déficit comercial de México con Asia.
Eliminar el piso parejo del TPP afectará tanto a México como a los Estados Unidos. Buena parte de la producción estadounidense sólo podrá ser competitiva a nivel internacional si el país mantiene una alianza comercial con México. La desaparición del TPP, y la amenaza de debilitamiento o abrogación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, beneficia principalmente a China. Para enfrentar a esa China fortalecida se necesita un portaaviones.
RESPUESTA CHINA
Un editorial del China Global Times señala que, si Trump establece barreras a los productos chinos, "Los pedidos de Boeing serán remplazados por Airbus, las ventas de autos y iPhones estadounidenses en China sufrirán, y las importaciones de soya y maíz de Estados Unidos serán detenidas." En una guerra comercial mundial, todos perdemos.
Twitter: @SergioSarmiento
