Juan Parker (i), junto con dos amigos, vinieron a la Ciudad de México para ver el MNF y exigir que Raiders se quede en Oakland. (El Universal)
Sobre la mesa de Mark Davis, el estado de Nevada arrojó una propuesta de 750 millones de dólares para financiar un estadio en Las Vegas y con ello facilitar la mudanza de los Raiders a la "ciudad del pecado".
Mientras el dueño del equipo sonríe por la tentadora oferta, los aficionados de los Raiders del Área de la Bahía y los condados de alrededor no digieren la idea de quedarse sin la organización.
A 2 mil 800 kilómetros de Oakland, en la Ciudad de México, se encuentran al menos un centenar de fanáticos estadounidenses que realizaron el viaje a la capital de nuestro país para acompañar a los Raiders en su internacionalización.
Juan Parker es uno de ellos. Residente de Sacramento, el hombre de 52 años invirtió mil 200 dólares para venir a México y no perderse el partido. Ha acudido a cada encuentro de los Malosos desde que se mudaron a Oakland en 1995.
"No he faltado a un sólo juego desde que regresaron a Oakland en 1995. No estoy de acuerdo con la mudanza y nos vamos a manifestar", comentó Parker.
Humberto Elizalde, estadounidense de sangre mexicana también criticó la posible mudanza.
"El equipo significa mucho para los latinos como para todos. Nos une, es un símbolo de California y sería un desastre que se fueran", externó Elizalde.