Salió el sol durante la tarde dominical en el estadio Corona, luego de un sábado lúgubre, fresco y hasta con algo de lluvia, el astro rey fue generoso en el "Templo del desierto", así como esperaban los aficionados que después de un muy largo torneo en el que los puntos para Santos Laguna llegan a cuentagotas, este era el día esperado en el que una cálida victoria albiverde apareciera en el cielo de la Comarca.
Vestidos con su jersey rosa, los Guerreros ingresaron al campo de batalla para buscar una nueva satisfacción, esas que han escaseado en el Corona durante el actual semestre, pero con el silbatazo de Óscar Macías renació la posibilidad de revancha para los dirigidos por "Chepo" de la Torre. De a poco se poblaron las tribunas hasta dejar ver una buena entrada, demostrando la afición lagunera que abandonar a su equipo no está entre sus planes.
Luego de minutos de tedio, la visita se adelantó, pero antes de la pausa del entretiempo apareció el capitán Izquierdoz para fungir de goleador, con gran olfato cazó una pelota tras tiro de esquina y le dio esperanzas a los aficionados que despidieron entre aplausos a su equipo. Ya en la oscuridad de la noche lagunera, los Guerreros apelaron nuevamente al jefe de la tribu, el capitán del barco albiverde volvió a pisar terrenos lejanos a sus dominios, pero su cruzada fue tan exitosa, que logró darle ventaja a su equipo y abría el camino a la anhelada victoria.
Sin embargo, Santos parece seguir sumido en una novela de suspenso que no tiene fin, cuando el protagonista habría alcanzado su objetivo, aparece el destino, ese maldito destino que lo despoja de algo por lo que había trabajado ochenta y tantos minutos. La pelota detenida, en la que tanto han sufrido los laguneros durante el actual torneo, les cobró una nueva factura, bien dolorosa. Rivera conectó de cabeza para sepultar las ilusiones de la victoria santista.
"Hasta el último minuto tiene sesenta segundos", bien acuñó don Fernando Marcos; nunca antes se había entendido de forma tan dolorosa esa famosa frase en el TSM. Nuevamente el aficionado lagunero salió con la cabeza baja, esperando llegue la calma después de tanta tempestad, que por fin salga el sol de la victoria que cobije del frío invierno, pero por lo pronto, habrá que esperar otra semana más.
La banda del Instituto Gómez Palacio entonó desde un costado de la portería Norte hacia la tribuna, notas de canciones en apoyo a los Guerreros. Afición no puede celebrar una victoria
