En una exposición de Toulouse-Lautrec una señora criticó acremente un cuadro en el cual aparecía una mujer semidesnuda. Le dijo al artista:
-Su obra, señor, es inmoral.
Preguntó él:
-¿Por qué?
Contestó la dama:
-Es inmoral pintar a una mujer que se está desvistiendo.
-No se está desvistiendo, señora -respondió el pintor-. Se está vistiendo.
En tratándose de los moralistas las cosas no han cambiado. En nuestros días el matrimonio igualitario es atacado virulentamente por quienes consideran que sólo sus ideas son correctas, y quieren imponerlas a los demás. Piensan ellos que el mundo moderno es inmoral.
Deberían considerar mejor las cosas.
A lo mejor el mundo no se está desvistiendo. A lo mejor se está vistiendo.
¡Hasta mañana!...