EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Para alusiones nacionales

FEDERICO REYES HEROLES

Allí estuvimos ausentes, pues nadie nos ofreció el micrófono para alusiones nacionales; presentes pues sin buscarlo México es una de las batallas centrales de la contienda. Con independencia de la victoria, nuestro país ya fue un gran damnificado de esa campaña.

Increíble, con más de 120 millones de habitantes con un intercambio comercial de cientos de miles de millones de dólares cada año, con la frontera más transitada de todo el orbe, con decenas de millones de visitantes de ambos lados, México ha sido incapaz de detener las agresiones, deformaciones y francas mentiras de un solo individuo que ha sido capaz de desatar las fobias más burdas. Incapaces de explicar que la migración de mexicanos es un proceso finito que está llegando a su última etapa, que Estados Unidos ha necesitado de esa migración para el tránsito de sus trabajadores a otros estadios laborales; que la pirámide poblacional de la región de Norteamérica (EU, Canadá y México) se mantiene relativamente joven gracias a la contribución de los brazos mexicanos en la gran mayoría.

Que muchos de los precios competitivos no sólo de los productos agroindustriales sino también industriales de EU se deben a la mano de obra mexicana, que, le guste o no, en la historia contemporánea de su país hay un capítulo mexicano que explica, en parte, que sigan siendo la primera potencia del mundo. Nada habla Trump de la productividad estancada por décadas o del envejecimiento y jubilación de los baby boomers. Decenas de consulados, múltiples organizaciones en defensa de los migrantes, no han podido desmentir al poderoso clown que ha encontrado en la fobia antinmigrante un rico venero de odio al extranjero y falso nacionalismo. Miles de empresas de los dos lados de una frontera que vive de una asombrosa integración que se ha llevado décadas, ha sido incapaces de contar sus éxitos compartidos. Pocos saben que muchos de los automóviles vendidos en Estados Unidos y fabricados en México llevan un alto contenido de piezas que se producen en Estados Unidos. Que sólo así se logran los niveles de competitividad requeridos en el mundo.

No hemos podido explicar la idea inicial que dio vida al Tratado, el carácter complementario de las economías que hoy es evidente ante todo el mundo. Por la cercanía, por el clima, explicar que muchas de las frutas y legumbres (segundo rubro de exportaciones mexicanas) que hoy consumen los estadounidenses y que les brindan una dieta más variada, son resultado precisamente de una diversidad de condiciones productivas de nuestro agro. Que su invierno se ha vuelto menos severo alrededor de los alimentos que consumen, gracias a nuestra vecindad. Que cada día hay más turismo estadounidense que viene porque encuentran los precios y los servicios adecuados. Que hay millones de ciudadanos de su mismo país que tienen interés por la cultura mexicana. Que millones de mexicanos siguen comprando en Estados Unidos pues también encuentran productos que les gustan y convienen. Y que para muchos mexicanos la rica vida cultural del gran crisol que es Estados Unidos ya es parte de su propia vida cultural.

Hay muchas formas de medir la riqueza y el potencial de nuestra relación que van de los tráileres que cruzan la frontera, al número de profesionistas mexicanos que han tenido la oportunidad de estudiar en Estados Unidos, o la influencia de la medicina estadounidense en la mexicana pasando por los restaurantes de origen mexicano en las calles de las grandes ciudades de la Unión o el creciente número de hispanohablantes.

Si la geografía es destino, la región de América del Norte ha sabido construir uno muy atractivo y pudiera ser sólo el comienzo ante un mundo que cada día se piensa más en términos regionales. Pero claro todo esto requiere una actitud abierta, sin prejuicios, y algunas horas de estudio. Es mucho más fácil manejarse con clichés, estereotipos o etiquetas, "violentos", "violadores" y así desencadenar odios, que hablar de la compleja y rica relación de nuestros países.

Después de la campaña y de un primer debate con la gran ausencia de la representación de nuestros intereses mutuos, la lección queda allí. Debería conformarse una gran asociación de amigos de las tres naciones que esté en posibilidades de salir a argumentar con cifras, con datos duros, con realidades que estén más allá de las fobias, para que las campañas no se conviertan en un muy triste espectáculo donde las sandeces ocupan grandes espacios de la plaza pública de la primera potencia del mundo. Así el clown no llegue a la Casa Blanca, el daño está hecho y la reparación llevará mucho tiempo. Los tres gobiernos, pero también las sociedades, son responsables del vacío informativo que ha permitido este circo.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Federico Reyes Heroles

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1266571

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx