Ayotzinapa, dos años
Se cumplen dos años de uno de los episodios más tristes y grises que nuestro país ha vivido. El cual permite visibilizar la grave crisis de derechos humanos que se vive en México.
Irónicamente los estudiantes de Ayotzinapa iban a participar en la conmemoración de los estudiantes asesinados el 2 de octubre; Y hoy recordamos a los estudiantes de ambos sucesos; y pedimos justicia.
Este aniversario llega en un momento crítico para el gobierno de Enrique Peña Nieto. Donde el presidente tiene la aprobación más baja desde hace más de 20 años.
Donde la cifra de desaparecidos aumenta todos los días y la respuesta del gobierno federal es cínica e indiferente ante el dolor de los familiares. Donde el presidente ofrece disculpas por el caso más emblemático en la historia de México en conflicto de intereses, pero no existió una investigación seria por parte del gobierno.
Ayotzinapa vino a ser la gota que derramo el vaso en nuestro país. No podemos decir que este suceso está por encima de las otras violaciones a derechos humanos. Sino por el contrario, viene a darles vida a todos los que hemos olvidado.
Porque eso se nos ha enseñado en nuestro país durante estos últimos tiempos.
El caso de los 43 es tan nuestro, porque nos identificamos por ser estudiantes, pero sobre todo porque evidencia la corrupción y la impunidad en la que vive el estado mexicano.
Por eso debemos preferir encender una vela, que quejarse en la oscuridad. El no olvidarlos, les da vida a través de nosotros a esos 43 estudiantes de Ayotzinapa
No podemos permitir que pase lo del 68, que las generaciones posteriores prefirieron quedarse callados, que hacerle frente a las injusticias que ha vivido México.
Es nuestra obligación la de alzar la voz por los que no pueden. Porque si bien nos sentimos identificados con los estudiantes. No solo es Ayotzinapa; son los más de 27 mil desaparecidos en todo el país; son los periodistas y defensores de derechos asesinados. Es Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato, Tlatlaya, Ostula, Nochixtlan y tantos más casos que han quedado en el olvido y sin recibir justica.
Ayotzinapa es la realidad que vive México todos los días, pero que el gobierno mantiene en silencio. Ayotzinapa es el grito desesperado de los mexicanos que están cansados y quieren paz en el país.
Las marchas que provoco Ayotzinapa reflejan el cansancio del pueblo mexicano y muestra que si nos unimos, tomamos nuestras calles, y hacemos acciones concretas. Me hace sentir que aún hay esperanza para el futuro de México.
Jorge Saucedo,
Torreón, Coah.
