Siglo Nuevo

Pakbel

Entrevista

Foto: Miguel Ángel Valle Castillo

Foto: Miguel Ángel Valle Castillo

SAÚL RODRÍGUEZ

“Hay una frialdad tan fea, que me parece se está haciendo a la hora de escuchar música, que por eso la música dura menos. Es como un matadero de res. Una rola que es buena dura en el reproductor una semana, cuando antes la traías todo el año”.

Torreón siempre ha sido un lugar clave cuando se quiere hablar de la música rap en México y un fértil semillero en tanto se refiere a las artes relacionadas con la subcultura del hip hop . En la década de los 2000, una aglomeración de grafiteros y artistas urbanos desfilaban por las calles de la ciudad, aquella era una generación emergente de talentos, donde años más tarde, sólo unos cuantos lograrían consolidarse.

Uno de esos artistas era Jonathan Hernández, mejor conocido como Pakbel, y entonces un miembro y fundador de la Crew JCT. Fue en 2009 cuando comenzó a experimentar con el sonido elaborando instrumentales de rap para su proyecto Muestrario de la Ciudad de Nadie, el cual se publicó en tres volúmenes. Años más tarde se incorporó a las filas del colectivo 871 Crew, agrupación local y una de las más importantes de la música rap en el país.

En 2014, la publicación de su casete El Vato con Gotas supuso un paréntesis importante en cuanto a la distribución de la música independiente de La Laguna, ya que el material fue comprado en países como España, Alemania, Grecia y Estados Unidos gracias a la distribución del sello moreliano PIRA.MD Records.

Pakbel se ha convertido en uno de los productores más respetados del panorama nacional, con la característica de que se ha envuelto en propuestas sonoras alternativas y experimentales. Actualmente se encuentra laborando al frente del sello OSUK MX, con la disciplina como estandarte, enfocado a investigar, dando distribución al trabajo de otros artistas nacionales y preparando lo que será la publicación de su segundo casete: El Sastre, el cual espera sacar a la luz a finales de año.

¿En las investigaciones sobre el sonido qué mitos has encontrado? Por ejemplo, el decir que el sonido análogo del vinil es mucho mejor que el digital...

Yo creo que ese tipo de cosas están directamente relacionadas con el romance a la colección, porque si tú hablas con alguien a quien le gustan los vinilos te va a decir: ‘No, es que análogo, todo es análogo, es directo, suena mejor, por el surco’, y otro que sea coleccionista de casetes te va a decir: ‘No, es que el casete es magnético, tienen esta portabilidad’. O sea, creo que cada quien, con el romance que tenga para su colección, va a buscar obviamente los puntos más a favor. Los que son coleccionistas de discos compactos: ‘No, es que el CD tiene muchos más bits que el análogo, hay más datos por surquito de láser que en un surco de plástico’. Ya sería más debate del romance relacionado a la posesión física; ahorita ya todo es digital, mediante bocinas bluetooth. La pérdida de información desde que estás haciendo la música hasta que sale por una bocina bluetooth pues es muchísima. Pero tiene que ver con esta falta de educación de la audiencia a la que ya no le interesa la gran calidad. A la audiencia le interesa que suene fuerte y ya. No tiene este oído ‘entrenado’, que a lo mejor, antes sí tenían. Yo creo que antes sí tenían más oído porque los sistemas de sonido eran más grandes. A veces tenían las consolas estas para plásticos, para casetes y tenían los speakers de cuatro o de cinco vías. A veces voy a los tianguis y veo speakers de tres vías en precios bien económicos, ahorita un speaker de tres vías para hacer el trabajo de audio te sale bien caro. Ese tipo de speakers tenían los oídos de la banda en otro nivel. Ahorita no, ahorita es una bocinita bluetooth de alimentación directa y ya. No hay crossovers, ni nada. La banda nomás quiere potencia, no quiere calidad.

Y pues en sí no es un mito, más bien es generacional, porque cada historia de eso que se ha inventado ha pertenecido a épocas específicas de la música. Te puedo decir que para mí un archivo WAV suena mejor que un disco de vinil y si estuviéramos en la época de los vinilos diría: '¿Qué es un WAV? ¡Eso no suena a nada!’ El mito está ligado con la generación.

¿Estás consciente que después de tanto trabajo de mezcla que inviertes, tu producto finalmente se escuchará en un MP3?

Sí, sí estoy consciente de que alguien va a bajar la rola con un programa de Youtube. Es una pieza clave de la música hip hop moderna que le pertenece al internet, porque le pertenece. Así como en su momento fue indispensable la radio, fue indispensable vender un disco y ese disco lo quemaban y lo pasaban a la 'compu', pues es lo mismo. Ahorita le metes dinero, puedes grabar caseramente y pagas 800 pesos por mastering y a fin de cuentas sabes que tu rola va a terminar en un speaker de un celular. Es ahí la referencia moderna. Hace días vi en una publicación de Facebook que los ingenieros de audio ahora iban a masterizar con un celular en el estudio, y la banda se quejaba de que pinches mensos y acá. Pero bueno, idea loca no es, ¿qué paso por ejemplo con los NS10 (monitores de estudio de Yamaha)? La banda empezó a masterizar con NS10 porque suenan bien feo. Si logras sonar chido una rola en unos NS10 es porque por default suena muy bien. La referencia que te arroja está fea pero ya suena chido, la llevas a otro lado y ya suena espectacular. Es lo mismo con los celulares, te das tiempo en el proceso de analizar con una bocina bluetooth y que digas ‘ah, está bien la voz, está bien esto’, porque a esto le vas a tirar. Por más dinero y por más cosas que le pongas va a terminar ahí, tienes que contemplarlo. Es fundamental si no quieres sufrir decepciones. Creo que la música se escucha principalmente en dispositivos muy compactos, luego en festivales, no hacen festivales todos los días.

Cuando trabajas con la música de otras personas, ¿cuáles son los principales defectos que hallas?

No se tiene esta disciplina por grabar en una toma. Todavía existe eso de que se graba según la capacidad pulmonar de cada persona. Se les acaba el aire y es de ‘córtale, deja le sigo’. No ajustan el flow que tienen a su capacidad pulmonar. Si tú avientas una rola así en vivo, ¿cómo le vas a hacer si suenas empalmado? El desempeño que pones en el estudio es el mismo que debes de poner en una presentación en vivo. De ahí la importancia de hacer esto en una toma y si no sale entrena, vete a correr, deja el cigarro, o sea haz lo que sea pero te tiene que salir, si no reestructura todo tu verso hasta que lo puedas aventar sin problemas.

Otra cosa que me han enviado mucho es como una saturación de plug-ins sin orden, por ejemplo: un delay, un gate y luego un ecualizador y luego ya otra cosa. No conocen ese orden del proceso de audio. O que te mandan los ecualizadores así con formas como de montaña rusa, o sea no son curvitas de paso alto, o una jorobita de medios, no. Te hablo de formas acá casi graffiti con el ecualizador. También aprendí que la banda lo hace porque no sabe y yo le quito todos los plug-ins, le empiezo desde cero y cuando les mando el resultado me dicen: ‘¡Así era!’, y yo de: ‘Le quité todo lo que le hiciste’. Esto es una consecuencia directa de no saber cuál es el sonido que se quiere. Si tú no sabes lo que buscas, te la puedes pasar jugando con todos los plug-ins que te encuentres, poniendo, quitando y si te gusta algo más o menos, que obviamente no es lo que esperabas pero que llena el oído, lo vas a dejar así, aunque no haya sido lo que buscabas.

También si la gente supiera lo que hace, por ejemplo, con las librerías de sonido que tienen, sabrían que los sonidos esos ya son digitales. O sea que los procesos de ecualización y de compresión y demás cosas, están hechos para cuando tú grabas una batería de la batería, pero los sonidos que tú ya tienes ya tienen procesos. Esos es puro volumen. ¿Quieres que suene más? Súbele ¿Menos? Bájale. No le pongas un compresor, no le pongas nada, el sonido ya está así cual es. ¿Que no te gusta? Mejor cámbialo.

¿Por qué crees que los géneros musicales tengan miedo a evolucionar?

Yo lo que he visto es que todos los géneros tuvieron su época. Cualquier purista de cualquier género te va a decir que lo que está sonando ahorita está mal, te dicen que cada época ya tuvo su apogeo, su auge y ya murió, que ahorita sólo quedan hologramas. Yéndonos a ese supuesto, a esas ideas tradicionalistas, ¿qué necesidad hay de estar amargados? ¿Por qué tienes que transmitir amargura de algo que a ti no te llena? La música es un registro, es como el registro más 'chido' que tiene una persona de decir: ‘sí, la música es para siempre’, independientemente del nivel en que se maneje. Creo que así como hay muchos batos tradicionalistas en todos los géneros, también hay batos arriesgados y con iniciativa. Obviamente trata mucho de la audiencia, si es más la audiencia que quiere lo de siempre pues obviamente el experimental, el que emprende y el que propone pues no va a tener éxito. Pero si la banda se vuelca poquito a poquito a buscar estas propuestas emergentes, entonces es cuando realmente pueden surgir cosas nuevas. En el caso del noise, que es un género muy bizarro, cuando entiendes el proceso ya puedes ver que hay algo de arte. Es como la señora que vende hamburguesas enfrente de un Mc Donalds, la banda por promo y por mercadotecnia come en el Mc Donalds y otra gente, obviamente en menor cantidad, come con la señora en la calle.

¿Cómo es tu proceso de composición?

Siempre soy muy progresivo. Por ejemplo, 'checo' un snare y desde ahí empiezo el beat, o 'checo' una acapela, la sueno hasta que me da un mood y luego ya sobre ese mood ya compongo. Incluso he hecho beats a partir de una percusión. Creo que mi onda sí es totalmente progresiva, cien por ciento. Siempre me gusta llevar las cosas a este nivel que en cierto punto te sofoca. Me gusta extremar con eso, porque a fin de cuentas es un juego, y si lo logras y la banda te dice: ‘¡Eh! Es que qué onda, con esto siento que me va a dar una pesadillas’ y es cuando dices:‘¡Bien!, ahí ya funcionó algo’. A mí se me quitó rápido eso de los beats ‘noventas’, pero tienes que tenerlos también al día. También de repente tienes que aventarte un gallito noventero para seguir como que en el ajo. Pero así es de mi interés, de cómo quieres que la gente tenga ese recuerdo de ti.

En una era digital tan marcada, ¿por qué arriesgarse a publicar un casete como El Vato con Gotas?

Por lo mismo, por esta onda de estar siempre a contracorriente, esta rebeldía que te queda ya después de ser grafitero. Ahora ya todos quieren estar en Spotify y yo busco hacer otra cosa. El puro hecho de que sea un casete la entrega (aunque también tiene su versión digital) exige, le exige a la audiencia, por ejemplo, que tiene que conseguir un walkman y a lo mejor baterías. O sea, la experiencia misma del casete te hace más íntima la interacción musical, porque tienes que aventarte una cierta misión para poder escucharlo. No es como que nada más sacas tu teléfono, te acuestas, vas a Spotify y le das play. Creo que el casete le quita esa frivolidad a escuchar música, porque hasta para escuchar música tienes que tener estas ganas, ya no nada más es la inercia de que te levantas, pones algo y te pones a hacer cualquier cosa. Sí se te está sonando en la cabeza pero no se te queda nada. La banda trabaja horas y horas, ponen Spotify, pero ya ni escuchan las rolas, sólo es para tener algo sonando. Hay una frialdad tan fea, que me parece se está haciendo a la hora de escuchar música, que por eso la música dura menos. Es como un matadero de res. Una rola que es buena dura en el reproductor una semana, cuando antes la traías todo el año. Ese creo que era el chiste y que por eso la banda que nos tocó escuchar incluso en walkman de casete y de CD, teníamos que cuidar nuestros discos, nuestros audífonos, era como muy íntimo todo. Era una sensación de ‘¡Me estoy quedando sin pilas!’ y te ponías de malas, conseguías unas recargables o incluso las mordías y cuidabas tu walkman. Ahorita no, ahorita se te cae el celular, ahí lo traes con la pantalla quebrada, lo desechas, compras otro y ya. Yo hasta tengo discos de cuando estaba morrillo que Rap en Español vol. 1, y ahí está el disco todo rayado, pero no lo tiras. Piensas ‘con este disco yo me iba a la escuela’, o sea te acuerdas, ese disco es parte de ti. Los medios digitales sí ayudan, son también una herramienta, pero creo que por ese grado de desapego te olvidas fácil de las canciones nuevas y te vas a las canciones que realmente cuidabas.

¿El Sastre también saldrá en casete?

Sí, de hecho la o-card, que es la que envuelve al casete, la quiero de piel. Un casete negro con detalles de una galaxia, unos detalles de sastrería, la portada, todo en orden, el librito (Booklet). Ese sería lo que sigue. Va a llevar rap, pero va a ser un rap como picarón, por ejemplo a alguien que rapee tempos lentos lo voy a poner hacer tempos rápidos, o si alguien no ha hecho trap lo hará, o si no ha hecho muchas cosas lo pondré a rapear sobre techno, será algo más picante. La estructura de El Sastre va a ser una sola y las colaboraciones se van a dar sobre eso que yo ponga en la mesa.

Twitter: @BeatsoulRdz

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