Voz del pueblo. Las voces ciudadanas se manifestaron para explicar que sobran los motivos para pedir la renuncia del presidente. (AP)
La marcha convocada para exigir la renuncia de Enrique Peña Nieto como presidente tuvo rostro ciudadano. No había partidos ni políticos, tampoco grandes contingentes organizados. Pero sí muchos jóvenes, estudiantes de universidades públicas y privadas como el ITAM y la Ibero, familias, mujeres, hombres, niños sobre los hombros de sus padres, adultos mayores. Todos, a una sola voz, en un grito recurrente por todo Paseo de la Reforma exigieron: "¡Fuera Peña!"
Si hubo organizadores, no se notaron. La cita colectiva, a través de redes sociales, bastó para convocar la presencia de al menos 10 mil personas, según cálculos extraoficiales. Suficientes para echar por tierra las previsiones de la secretaria de Gobierno del DF, Patricia Mercado, quien previo a la marcha apostó que no llegarían ni mil. Se equivocó.
Para los asistentes a la marcha, la cifra es lo de menos. Están allí porque "sobran los motivos" para la protesta: los casos de Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlán, Ostula, Apatzingán, Tanhuato, los miles de desaparecidos forzadas, la corrupción, la Casa Blanca, la tesis plagiada, la impunidad, el peso devaluado...
Cada uno tiene sus razones y su ingenio para expresarlas en pancartas, mantas, banderas, trajes típicos que visten la denuncia, la queja contra un presidente que "se empina ante los yankies", "al que le faltan los que a mí se sobran", se lee sobre las telas de las chinas poblanas que se pasean por la marcha.
Para los manifestantes, "con la patria no se juega", dice la manta de un grupo de jóvenes. Por eso otra, por allí, pide "juicio político" para Peña Nieto. "Estamos hartos de la corrupción, de la impunidad, de la violencia", dice Juan Carlos, un joven universitario que lleva en sus manos una bandera nacional en blanco y negro, como señal de "luto nacional", por los muertos y los desparecidos, dice.
Son voces ciudadanas que se abren paso entre las consignas para explicar que "sobran los motivos" para estar allí. Que quieren un "México sin PRI". Y eso que muchos de quienes asistieron tal vez ni siquiera saben cómo fue el país de un solo partido.
AUSENCIA
Aunque la marcha estuvo convocada para las 4 de la tarde, los primeros contingentes arrancaron casi a las 5 de la tarde del Ángel de la Independencia, donde ya había mezclados algunos panistas citados allí para su festejo de Independencia.
A la cabeza, el grupo de padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos hace casi dos años. Detrás, el contingente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, y una representación de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
En el ambiente flotaba la ausencia de los 43 normalistas. Por ellos, al pasar frente al antimonumento erigido en Reforma en su memoria, los grupos de manifestantes corearon el pase de lista de quienes le hacen falta al país desde aquel 26 de septiembre de 2014.
Allí también los padres de los normalistas ofrecieron un mensaje: "Queremos a nuestros hijos de vuelta. También queremos decirle al gobierno mexicano que, como madres y padres de familia, no estamos contentos con la fuga de Tomás Zerón y los mexicanos no pueden estar agradecidos con que se le haya nombrado en seguridad nacional a quien desvió las investigaciones del paradero de nuestros hijos", dijeron.
La manifestación avanzó sin más incidentes que algunos cohetones lanzados por manos anónimas que alcanzaron a herir, al parecer, a dos policías de la Ciudad de México, quienes se apostaron a lo largo del recorrido.
El paso de los manifestantes llegó hasta el Palacio de Bellas Artes, donde elementos del Cuerpo de Granaderos formaron vallas para impedir el paso hacia el Zócalo, reservado para la celebración de Independencia y ocupado desde el mediodía por grupos de gente que, al parecer, fueron trasladados desde el Estado de México.
Frente a los granaderos, la gente comenzó a cantar el Himno Nacional y exigió seguir su paso hacia la Plaza de la Constitución, hasta donde llegaron seguramente los ecos de una marcha ciudadana que exigió: "¡Renuncia Ya!"
