El mariscal de campo quiere disputar el último partido de pretemporada, ya que regresará hasta la semana 5 de la campaña. (AP)
El último partido de pretemporada de los Patriots de Nueva Inglaterra, previsto para mañana ante los Giants de Nueva York, marcará un "hasta luego" para Tom Brady.
La suspensión de cuatro partidos impuesta al mariscal de campo por el escándalo de los balones desinflados entra en efecto el sábado, cuando Nueva Inglaterra comenzará formalmente sus actividades de la campaña regular. Brady no podrá reincorporarse al plantel de jugadores en activo sino hasta el 3 de octubre.
El astro no se perdía encuentros de la temporada regular desde 2008, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el partido inaugural.
La situación resulta tan extraña para el quarterback de 39 años que no está dispuesto a dar detalles sobre a qué dedicará el tiempo en el que no podrá formar parte del único equipo para el que ha jugado durante su carrera de 16 años.
"En caso de que alguien más esté en esta situación en el futuro, no quiero revelar todos mis consejos", indicó Brady.
Durante su castigo, el jugador no podrá tener contacto con los Patriots ni utilizar las instalaciones del equipo.
Pero el portavoz de la NFL Brian McCarthy confirmó que Brady tendrá permiso para trabajar con su amigo cercano, el entrenador personal Alex Guerrero, una suerte de "gurú" de la salud.
"Eso fue algo muy bueno de su parte", dijo Brady cuando se le pidió su opinión sobre la posibilidad de trabajar con Guerrero.
Ambos son socios en el TB12 Sports Therapy Center, una instalación de entrenamiento ubicada en el complejo aledaño al Gillette Stadium.
