Vivimos entre amenazas, corrupción y perdones….
Del paradigmático perdón de Peña Nieto por su casa blanca se ha escrito mucho y hay diversas opiniones que en su mayoría concluyen que esta disculpa fue tardía, insuficiente e innecesaria, porque afirma que no cometió delito alguno, cuando todos sabemos que sí lo hizo, y arguye que lo hizo dentro de la ley; entonces, ¿por qué y para qué pide perdón?
¿De nuevo tendrá que salir EPN a pedir perdón por el "depa" de lujo en Kay Biscayne , Florida que posee su esposa Angélica Rivera? ¿Y del otro, el de arriba, que hace uso de él como si fuera propio? Qué suerte tener tan buenos amigos que le prestan y hasta los impuestos anuales por predial le pagan. (The Guardian de 9 de agosto, 2016)
La corrupción galopante es un tema actual que sigue siendo en México el deporte nacional por excelencia y en el que somos los más competitivos. Si en las Olimpiadas de Río 2016 se incluyera la corrupción como deporte, tendríamos un caudal de medallas de oro que nuestros deportistas no han conseguido por el nulo apoyo de la CONADE, las mafias de las federaciones deportivas que se quedan con el dinero que les da la federación y la falta de estímulos y de estructuras para deportistas de alto rendimiento. Las redes sociales hacen una burda burla de lo mal que les va a los mexicanos en la justa deportiva, lo que se les olvida es que lo que se logra es por méritos propios y por el esfuerzo y dedicación que éstos hacen para competir.
De amenazas… ni hablar, nos acechan por doquier. Por el lado que queramos ver, vivimos en una constante amenaza. Terrorismo mundial matando a civiles e inocentes, meteoros climatológicos que no dan tregua con trombas, depresiones tropicales y huracanes causando graves daños estructurales e incluso muertes, drogas y violencia del crimen organizado que no para y registra un aumento en homicidios dolosos en muchos estados de la República, corrupción institucionalizada, demandas por enriquecimiento ilícito y por daño moral, la CNTE con sus demandas y bloqueos van logrando que la autoridad ceda y que se negocie la ley, empresarios en Oaxaca demandando al Gobierno federal y estatal acciones para el libre tránsito, la reactivación comercial y la paz social mientras promueven paro por 24 horas. Y en Torreón, los servicios de salud cuestionados y la muerte de 7 bebés en el Hospital General, y no vemos que las autoridades estatales y municipales hayan hecho lo necesario para investigar y poner atención a esta tragedia. Servicios públicos desastrosos, colectores colapsados, hundimientos de calles, y por si fuera poco, el Sr. Riquelme quiere ser gobernador y el Sr. Moreira se sigue riendo y baila de gusto por la exoneración de la PGJE y la que la camarilla de Rubén Moreira le otorga.
La otra amenaza que está latente hasta el próximo noviembre que se definan las elecciones en Estados Unidos, es Donald Trump y su campaña de odio, xenófobica y antiinmigrante, en contra del Tratado de Libre Comercio y a favor del famoso muro que pretende construir con cargo a los mexicanos, y de controlar las remesas de nuestros conciudadanos. Lo que llama mucho la atención, es la ausencia de acción del gobierno mexicano para defendernos de tantas acciones que nos denigran y nos humillan y que son muy perjudiciales para México. El ejecutivo federal se ha visto tibio y titubeante para responder al gran daño que día a día nos amenaza si este señor llega a ser el Presidente de Estados Unidos, nuestro vecino y principal socio comercial con el que compartimos 3,185 kilómetros de frontera.
La otra amenaza en nuestros días es la lluvia. Este elemento natural indispensable para la vida, nos amenaza cuando la ciudad no está preparada en servicios para captar precipitaciones que inundan la ciudad, las calles, las avenidas, las vías rápidas, colonias urbanas y de la periferia para convertirse en un caos que afecta a todos y como de costumbre a los más desfavorecidos les llueve siempre sobre mojado. Lamentable ver que la famosa Línea Verde del Sr. Riquelme, que presume con orgullo, está brillando de aguas negras en la "ciudad que vence". No podemos evitar que el dios Tláloc y las fuerzas naturales descarguen con furia el vital líquido, pero lo que sí podemos prever es que la ciudad cuente con los servicios adecuados de desfogue rápido, así como supervisar los cárcamos y que las redes de drenaje cumplan con su función. Desde tiempos inmemoriales está en la mesa el drenaje pluvial de Torreón, pero como no es una obra que se vea, las autoridades la ignoran y se dedican a hacer las que les gusta de relumbrón y electoreras. Cuando vienen las lluvias, que afortunada o desafortunadamente son algunos días al año, se sufren las consecuencias que destruye lo que tanto trabajo ha costado y es el cuento de nunca acabar.
Es tiempo de definir las obras prioritarias que nuestra ciudad requiere. Ya está a la vuelta de la esquina el cambio de administración municipal y estatal y de nosotros depende que exijamos a los contendientes una agenda ciudadana que contemple las necesidades urgentes del municipio, y se olviden de las ocurrencias que en nada ayudan al mejor funcionamiento y al bienestar de las comunidades.
En PC29 con el ánimo de contribuir y de aportar al análisis, se presentó un estudio pormenorizado (rueda de prensa, jueves 18 de agosto, 2016) de lo que será el teleférico de Torreón, para demostrar que su rentabilidad y sustento será otro elefante blanco, inútil e intrascendente cuando la ciudad necesita de obras que faciliten y aligeren el trabajo, la circulación vial, la mejora en servicios públicos y la seguridad para que los ciudadanos desarrollemos el potencial que tenemos, sigamos trabajando y vivamos en paz.
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