Pese a agresión no dejará de dar el servicio

"Jorge" es el chofer de Uber que sufrió de intimidaciones y agresiones el pasado miércoles en Torreón, varios taxistas lo rodearon y obligaron a que su pasajera bajara de la unidad, al salir del estacionamiento de un mall.

"Fue el miércoles en la noche, yo iba saliendo del estacionamiento de Galerías, cuando pasé la pluma se me cerraron dos taxis que estaban en fila... me intenté ir, pero en eso se bajaron todos y empezaron a gritarme muchas cosas, bajaron a mi pasajera y la hicieron subirse a uno de sus carros", reclama el joven chofer de Uber, quien prefiere mantener su anonimato por temor a represalias.

"Jorge" señala que fueron unos seis taxistas los que lo rodearon y lo insultaron mientras le "bajaban su pasaje", algunos lo amenazaron con llamar a las autoridades para que se le decomisara el automóvil y lo detuvieran.

"Me dijeron muchas groserías, el que amenazó con hablarle a la patrulla se puso peor, cuando bajé la ventanilla para hablar con ellos me escupió, luego entre todos comenzaron a tomar fotos de la placas, del carro... fue una acción para intimidarme".

El chofer asegura que el escándalo escaló a tal grado que incluso un guardia del mismo centro comercial se acercó, pero también recibió gritos de parte de los taxistas que estaban en el lugar.

A pesar de tal situación, el joven puso en marcha de nuevo su automóvil y escapó del lugar, sin daños por lamentar, aunque con un malestar debido a la situación de la que fue víctima.

"Entiendo que no todos los taxistas son así, pero muchos están dando muy mala imagen, la gente sabe que están mal al ponerse en ese plan... lo único que estamos haciendo nosotros es trabajar, no le queremos quitar los clientes a nadie".

sin protocolo de emergencias

El conductor de Uber detalló que, a pesar de sufrir ese acto de intimidación, no dejará de prestar su servicio a través de la aplicación Uber, también aceptó que ante ese tipo de situaciones no tiene un protocolo definido.

"En mi caso no me han dado ninguna indicación especial de Uber, yo tengo que hacerme cargo del carro y de lo que pase... a lo mejor en otros casos es diferente, pero hasta ahora no me han dicho nada de la empresa".

El joven espera que las autoridades municipales puedan poner orden entre los representantes de taxis, pues en algún momento la situación se "puede salir de control".

"Yo le diría a Riquelme que hable con ellos, seguramente conoce a los líderes y puede decirles que eso que hicieron está peor, es por el bien de los mismos ciudadanos, ellos a final de cuentas son los más perjudicados".

Fue durante el viernes que Leonardo Camacho Alvarado, gerente general del Hotel Fiesta Inn, junto a Canirac, Canacintra y Coparmex, denunció la situación de "Jorge" ante los medios de comunicación.

A raíz de que se difundieron los hechos, el joven asegura que podría interponer una denuncia ante las autoridades correspondientes, pues no desea que otro socio de Uber pase por lo mismo.

"Quiero que haya un precedente, que luego no haya pretextos, que nunca hubo denuncias y que nadie reclamó... el lunes voy a ver eso con calma", dijo el chofer de Uber.

Antecedentes

Fue el pasado 20 de julio cuando la empresa Uber dio a conocer de forma oficial que iniciaría operaciones en la Comarca Lagunera, desde entonces comenzaron rumores sobre su operación al margen de la legalidad, sus ventajas y posibles conflictos con taxistas de la región. El 2 de agosto inició formalmente sus operaciones en la ciudad de Torreón, días atrás la empresa decidió retirarse de Durango debido a que se amenazaba con cárcel a los choferes.

Durante ese primer día, las autoridades de Autotransporte localizaron y decomisaron una decena de vehículos que eran utilizados para el servicio Uber, a los conductores se les aplicaron multas de más de 20 mil pesos. Una situación similar se vivió al día siguiente, aunque se decomisaron menos unidades.

Desde un inicio los taxistas en Torreón exigieron a las autoridades que "metieran en orden" a los choferes de Uber, pues no pagan ningún permiso; por lo que se diseñó una propuesta en la que se tengan que cubrir cuotas y se controle el servicio desde el municipio.

La situación de tensión escaló el pasado 3 de agosto, cuando varios taxistas bajaron a una pasajera de Uber y la obligaron a tomar una de sus unidades.