Ayuda. El grupo de mujeres acudió a las oficinas de la Procuraduría para pedir ayuda por los robos que se han suscitado. (MARY VÁZQUEZ)
Cansadas por la "ola" de robos que se han suscitado en el ejido La Victoria de San Pedro, y pese a que las autoridades policíacas tienen identificado al ladrón, un grupo de más de 30 personas en su mayoría mujeres se reunió con el delegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Ulises Ramírez Guillén para que se tomen cartas en el asunto.
Las inconformes dijeron que el presunto ladrón es un menor de 14 años, pero aunque en la Dirección de Seguridad Pública tiene conocimiento de los atracos, argumentan que ellos no pueden hacer nada al tratarse de un menor de edad.
"Ya nos tiene asustadas, ya ha robado a todas las familias de la comunidad y ya no se compone. Los papás ya no pueden hacer nada con él y por eso venimos a denunciarlo, por que ya lo habían detenido los policías municipales y lo tuvieron mínimo cuatro horas, pero lo fueron a entregar a la mamá por que es menor de edad y ellos dicen que por eso no pueden hacer nada", dijo una señora de nombre Sonia.
Mencionaron que el menor tiene problemas de drogadicción y en los últimos seis meses, los robos han aumentado, ya que en la medida que aumenta su adicción aumenta también el número de delitos para poder costear su vicio.
"Antes se escondía para robar y ahora llega a la luz de día y hasta con la escoba carga. Es más ya roba sobre pedido, por que ahorita como no sale agua, pues la gente empezó a comprar bombas y va y se las roba porque se las encargan. Aparte es un jovencito que consume drogas y no conforme con eso les da a los niños más chiquitos".
Las mujeres dicen que para tener algo de tranquilidad en sus casas, decidieron acudir con el delegado de la procuraduría, para pedirle que haga algo al respecto y lo que les aconsejó es formalizar su denuncia, luego notificar a la Pronnif y se puedan tomar las acciones pertinentes.
Las quejosas advirtieron que si las autoridades no hacen algo, tomarán acciones más drásticas, ya que dicen están cansadas de no tener tranquilidad en su comunidad.
