Siglo Nuevo

La moneda tecnológica

Donald Trump tiene pocos amigos en Silicon Valley

Meg Whitman (Hewlett Packard). Foto: Archivo Siglo Nuevo

Meg Whitman (Hewlett Packard). Foto: Archivo Siglo Nuevo

Redacción S.N.

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, tiene pocos amigos en Silicon Valley, donde el apoyo financiero a su campaña es casi nulo y algunos dicen abiertamente contemplar con horror su posible presidencia.

Para los últimos presidentes de Estados Unidos, ha sido fundamental el apoyo financiero de la meca tecnológica, un lugar donde además de la información y las tendencias en materia de comunicación, se reúnen algunos de los capitales más importantes no sólo de la unión americana, sino del mundo entero, y donde el empresario republicano que aspira a la Casa Blanca, parece no tener mucha popularidad.

"Es horroroso pensar que este podría ser el próximo presidente de Estados Unidos", afirmó hace un par de meses a través de su cuenta en Twitter, Vivek Wadhwa, emprendedor y académico de origen indio a quien la revista Time nombró una de las 40 mentes más influyentes del mundo de la tecnología y quien imparte clases en la Universidad de Stanford, en pleno corazón de Silicon Valley (California).

Trump amenazó con boicotear a Apple durante su pulso reciente con el FBI por el acceso a un teléfono iPhone, discrepa con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, sobre inmigración y ha declarado la guerra a Amazon por considerarla monopólica.

El político republicano ha recaudado apenas unas docenas de miles de dólares en la meca tecnológica mundial, que es una nada, en momentos de abundancia y donde este segmento económico parece sortear sin ningún problema las crisis económicas y las debacles mundiales.

LA OTRA CARA

Por el contrario, su rival demócrata Hillary Clinton había recibido a finales de junio casi tres millones de dólares de la industria tecnológica, según la firma Crowdpac, que sigue las donaciones a las campañas, además de recibir un gran respaldo de los principales líderes del segmento, con comentarios públicos sobre las ventajas que tendría el país si la demócrata fuera la próxima habitante de la Casa Blanca.

Incluso en una sencilla revisión histórica, las cifras contrastan también con los más de ocho millones de dólares con los que se hizo el republicano Mitt Romney en Silicon Valley durante su campaña fallida a la presidencia en 2012.

Uno de los fenómenos que han llamado la atención de lo que está pasando en el corazón de la industria, es que figuras conocidas de la escena tecnológica que en el pasado respaldaron a políticos conservadores, en la actualidad evitan cualquier asociación con Trump.

Entre ellos está el conocido inversor de capital riesgo Marc Andreessen, que respaldó a Romney en el 2012 y anunció este año a bombo y platillo su apoyo a Clinton a través de Twitter con el mensaje #ImWithHer (estoy con ella), un eslogan de la campaña de la política demócrata.

Mientras tanto, la presidenta de Hewlett Packard, Meg Whitman, que aspiró al puesto de gobernadora de California por el Partido Republicano, ha tachado a Trump de "no apto" para la presidencia y ha recomendado en diferentes foros, alejarse de las pretensiones de quien además considera racista y poco apto para gobernar.

LOS POCOS SIMPATIZANTES

Entre los pocos que han expresado su apoyo a Trump está el millonario inversor Peter Thiel, quien respaldó al presidenciable republicano durante las elecciones primarias en California del pasado 7 de junio, una decisión que le valió sonadas críticas e incluso la cancelación de algunas transacciones comerciales con compañías de varios países.

"Estoy terriblemente avergonzado de tenerlo entre nuestros inversores", afirmó el director editorial de la publicación tecnológica Pando, tras enterarse de que Thiel respaldaba a Trump.

La inmigración es uno de los principales puntos de fricción entre el multimillonario neoyorquino y los magnates de Silicon Valley, que se alimenta de talento extranjero y aboga, con Zuckerberg y la asociación bipartidista FWD.us a la cabeza, por una política migratoria más progresista en el país.

Alex Slusky, inversor y activista republicano, quien dice haber votado por todos los candidatos republicanos a la presidencia, reconoció en declaraciones recientes al diario Los Angeles Times que la mayoría de sus conocidos y correligionarios en Silicon Valley no apoyan a Trump, y por primera vez irán a las urnas con la intención de apoyar a la candidata demócrata.

"¿Su muro a México? Necesitaremos hacer cruzar productos a través de ese muro", dijo Slusky, de origen ucraniano, y quien recordó que la mitad de los consejeros delegados de las firmas tecnológicas en las que invierte son inmigrantes.

"Puede que simplemente se comportase como un loco para despejar el camino durante las primarias, pero para convencerme de eso necesito que la locura pare", insistió Slusky.

UN PUERTO FINANCIERO

Silicon Valley, que reniega de la candidatura de Trump y contempla sin gran entusiasmo el posible mandato de Clinton, más próxima al Valle del Silicio pero no una entusiasta tecnóloga, mantiene estrechos lazos con la actual Casa Blanca.

Altos funcionarios del gobierno, como Valerie Jarrett, una de las asesoras más próximas del presidente Barack Obama, aseguraron sentirse "en la gloria" en Silicon Valley durante una conferencia reciente con emprendedores en la zona y recordaron que Washington ha importado talento tecnológico para mejorar las cosas en la capital.

Entre esos fichajes destaca la exvicepresidenta de Google Megan Smith, quien ocupa ahora el cargo de directora de tecnología de la Casa Blanca.

"Estamos tratando de trasplantar esa mentalidad de hacer cosas a Washington", paralizada por la polarización política y los grandes intereses, explicó Jarret durante la Cumbre Global de Emprendimiento (GES) que se celebró a finales del mes pasado en Stanford.

Más allá de los tratos comerciales, fundamentales para cualquier campaña política y más para un mandato presidencial, los analistas financieros han señalado que la relación tecnología-gobierno, es fundamental tanto para la lucha contra el terrorismo que tanto promete Trump, como para ejercer las propias políticas públicas de inversión social, algo que resulta imposible a un candidato al que se le cierran las puertas en el gran Valle del Silicio.

Vivek Wadhwa (Relativity Technologies). Foto: Cortesía Vivek Wadhwa
Vivek Wadhwa (Relativity Technologies). Foto: Cortesía Vivek Wadhwa
Meg Whitman (Hewlett Packard). Foto: Archivo Siglo Nuevo
Meg Whitman (Hewlett Packard). Foto: Archivo Siglo Nuevo
Donald Trump (aspirante republicano a la Casa Blanca). Foto: AP
Donald Trump (aspirante republicano a la Casa Blanca). Foto: AP

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Meg Whitman (Hewlett Packard). Foto: Archivo Siglo Nuevo

Clasificados

ID: 1242343

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx