Reforma provoca ira en París

Miles de manifestantes marcharon ayer martes en París mientras el Senado aprobaba una propuesta de reforma laboral. En gran parte la marcha fue pacífica, pero la policía utilizó gas lacrimógeno para controlar a algunos manifestantes que lanzaban objetos.

La marcha, que salió de la plaza de la Bastilla rumbo a la plaza de Italia en el oriente, estuvo bajo mucha vigilancia policial y hubo pequeños altercados cuando algunos manifestantes intentaron dañar paradas de autobuses.

También se llevaron a cabo marchas en otras importantes ciudades francesas.

Al menos 81 personas fueron detenidas en la undécima jornada de manifestaciones celebradas en toda Francia contra la reforma de la ley laboral en la que participaron alrededor de 64 mil personas según la policía, 200 mil según los sindicatos.

La principal marcha de protesta discurrió ayer por la tarde en París, donde de acuerdo a la policía participaron 14 mil personas, 55 mil según los sindicatos convocantes.

En la manifestación de París, fuertemente vigilada, se registraron algunos incidentes esporádicos, pero en general la marcha transcurrió en calma.

No obstante, 39 personas fueron detenidas por la policía antes del inicio de la manifestación luego de ser registradas, debido a que portaban objetos peligrosos.

Un fuerte dispositivo de seguridad de dos mil quinientos policías y gendarmes, casi uno por cada cinco manifestantes, fue desplegado para vigilar.

Los manifestantes tuvieron que superar varias barreras filtrantes de policías para poder participar en la manifestación y numerosas estaciones de metro y negocios fueron cerrados. Manifestaciones similares pero con menos participantes que en las diez anteriores tuvieron lugar en las principales ciudades francesas sin que se registraran incidentes de gravedad o enfrentamientos con la policía. Las marchas, que comenzaron hace cuatro meses y algunas de las cuales degeneraron en violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes, fueron convocadas por los principales sindicatos franceses para obligar al gobierno a retirar su proyecto de ley sobre reforma de la ley del trabajo. El gobierno socialista quiere las reformas para facilitar los despidos, extender la semana laboral y darle prioridad a acuerdos empresariales sobre acuerdos a nivel industrial.

Algunos sindicatos argumentan que debilitará los derechos de los trabajadores. Durante un debate de dos semanas, el Senado, dirigido por una mayoría conservadora, cambió de forma sustancial la propuesta de ley para facilitar el comercio. Ayer martes, los senadores la aprobaron 185 votos contra 156. Pero las reformas laborales deberán debatirse otra vez en julio en la Cámara Baja del Parlamento francés, la Asamblea Nacional, dirigida por una mayoría socialista.

La torre Eiffel permaneció cerrada ayer a causa de una huelga de algunos de sus empleados. La compañía que administra el monumento dijo que no había suficientes empleados para garantizar la seguridad. Mientras tanto, la aerolínea Air France advirtió a sus clientes que podría haber algunos retrasos y cancelaciones de último minuto debido a una huelga de controladores aéreos.