El Papa Francisco decretó ayer nuevas normas contra los casos de abuso sexual a menores por parte de la curia, con las cuales los obispos podrán ser destituidos de su cargo si han actuado de modo negligente o han omitido acciones al respecto.
La Santa Sede publicó ayer el documento papal "Como una madre amorosa", en el que se establecen artículos del Código de Derecho Canónico en los que se estipula la posibilidad de expulsar a un eclesiástico por "causas graves".
El pontífice subrayó que con este documento pretende aclarar que "entre las denominadas causas graves se incluye la negligencia de los obispos en el ejercicio de sus funciones, sobre todo en relación con los casos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables".
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, refirió que "la falta de diligencia" en la tramitación de los casos de abusos pueden ser también "sin grave culpa moral" por parte del obispo.
El documento consta de cinco artículos y en el primero de ellos se señala que aquellos con responsabilidad en la Iglesia "pueden ser legítimamente retirados de su cargo si, por negligencia, haya puesto u omitido acciones que hayan provocado daños a otros".