Marlon Byrd aceptó su responsabilidad y no apelará.
El segundo resultado positivo de Marlon Byrd en un control antidopaje le costará toda una temporada, y su carrera en las Grandes Ligas.
El veterano jardinero de los Indios de Cleveland recibió ayer una suspensión de 162 juegos sin derecho a paga tras arrojar positivo por Ipamorelin, una hormona de crecimiento.
Se trata de la segunda infracción de Byrd de la política antidopaje de Grandes Ligas.
Poco después que fuera dejado en libertad por Boston en 2012, Byrd purgó una suspensión de 50 juegos al dar positivo por Tamoxifen, un medicamento que usan los fisiculturistas.
Byrd empacó sus pertenencias tras una derrota ante Texas el martes, pero no le informó al equipo sobre su suspensión hasta que llamó al manager Terry Francona la mañana de ayer. Posteriormente, compareció ante sus compañeros en el camerino de Cleveland.
"Marlon se presentó ante todos, asumió la responsabilidad y se disculpó", dijo Francona. "Básicamente, le dijo al equipo que su carrera está acabada y que esta no era la manera cómo quería que terminase".
En una declaración escrita, Byrd indicó que no tuvo la intención de consumir sustancias prohibidas y que consultó con "un profesional de la medicina" sobre lo que debía tomar desde que fue suspendido hace cuatro años.
"Asumí ciertos riesgos al usarlos (complementos)", dijo. "Yo soy el único responsable de lo que entra a mi organismo y, por eso, decidí renunciar a mi derecho de apelar en este asunto y aceptar la suspensión".