Percepción. Sólo el 20 por ciento de los venezolanos dijo aprobar la gestión de Nicolás Maduro. (EFE)
El nivel de aprobación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es ahora el más bajo en casi una década, mientras existe una mayor percepción de corrupción y un menor sentido de seguridad entre la población venezolana.
De acuerdo con un sondeo de opinión de la firma Gallup, apenas un 20 por ciento de los venezolanos dijo aprobar la gestión de Maduro en 2015, un punto porcentual por debajo del nivel de 2014, frente a una desaprobación de 67 por ciento, un incremento de tres puntos respecto del año previo. El creciente malestar con el desempeño del mandatario ocurre en momentos de renovadas tensiones políticas, semanas después de que Maduro decretó el estado de emergencia y con ello se otorgó amplias facultades para gobernar.
La medida se produjo en medio de un persistente desbasto de productos básicos, medidas de austeridad como apagones programados y el desplome de la productividad derivado de la orden del gobierno de recortar la jornada laboral a dos días. La mayoría de los venezolanos, un 77 por ciento, estima que existe una amplia corrupción en el gobierno, una percepción que ha ido en aumento sostenido desde que Maduro asumió la presidencia. A la par, una mayoría de venezolanos experimenta un menor sentido de seguridad como lo evidenció el hecho de que apenas 14 % dijo sentirse seguro de caminar durante la noche, en contraste con el 22 % de 2014.
Arrestan a opositor
La oposición rechazó el viernes la detención del jefe de seguridad del presidente de la Asamblea Nacional, acusado por las autoridades ser el autor intelectual de la agresión a una agente policial durante una protesta a favor de un referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro. El diputado opositor Edgar Zambrano condenó “categóricamente” la detención el jueves del comisario Coromoto Rodríguez, jefe de seguridad de Henry Ramos Allup, y exigió respeto a sus derechos humanos. “Exigimos respeto al debido proceso, el derecho a la defensa, a sus derechos humanos”, indicó el legislador tras un frustrado intento de sus abogados de asistirlo en la sede de la policía política en Caracas. El legislador catalogó la detención como un caso “de abuso de poder”.
