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La catástrofe del egoísmo

Riesgo, una ópera cruda y real

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Redacción S. N.

Un total de cinco actos en donde el espectador se enfrenta al resentimiento y a la falta de sentido que sucede al final de los días de tres personajes que alguna vez fueron una familia, es lo que se ofrece en la ópera Riesgo, un retrato de la realidad que confirma, además, que en la música contemporánea también hay ópera.

Juan Ayala, director del montaje, comentó que se trata de un proyecto que originalmente tenía pensado ser una película, pero dadas diversas coyunturas y tener una presencia escénica en vivo, se convirtió en una ópera de cámara.

Con libreto de Emma Bertrán, en este montaje se exhibe la más delicada de las situaciones de la existencia contemporánea: la catástrofe del egoísmo.

Es una obra comisionada por Protovecka, casa productora enfocada en la generación de contenidos artísticos originales, particularmente aquellos que se llevan a cabo en formatos interdisciplinarios. El estreno mundial de ópera Riesgo se llevó a cabo en el marco del Coloquio PAC, que se realizó en la ciudad de Oaxaca y que reunió a críticos y creadores artísticos de gran prestigio.

El director de la obra, contó que tras llevarla a escena, esta ópera se presentó en diversos estados hace tres años y refirió que para las siguientes temporadas, el montaje reunirá varios aspectos dramáticos apoyados por recursos visuales, profundizado a la vez en los personajes.

PERSONAJES REALES

Una puesta en escena que aborda a seres humanos con problemas muy reales, como Roberto, personificado por el barítono Josué Cerón, un hombre dedicado al mundo financiero situado en la crisis de 2009 que afectó a todo el mundo, y cuya afectividad es explorada en un punto de quebranto y vacío,.

La mezzosoprano Catalina Pereda da vida a Virginia, esposa de Roberto; la soprano Carmina Escobar hace el personaje de la sombra, una especie de alter ego, de oráculo y que habita en el ámbito visual; y el tenor Hugo Colón caracteriza a Diego, hijo de Roberto y Virginia.

La obra se centra en Roberto, hombre negocios exitoso, que vive una vida cómoda y que al final se destapa, justo cuando recibe la noticia de un quiebre económico importante.

En esta ópera, que cuenta con la música de Rogelio Sosa, la institución del amor conyugal es reducida a un haz de amargura y arrepentimiento y el legado de Roberto, se presenta como el inevitable retorno ya no de la culpa, sino de la fatalidad de sus decisiones.

EXPERIMENTAL

Además de romper, como lo hacen las propuestas arriesgadas, los formatos tradicionales de la ópera, esta puesta en escena abre las fronteras a las manifestaciones artísticas actuales, sus escenas (actos), están también trazados como cualquier producto teatral, sin dejar de utilizar escenográficamente apoyos audiovisuales externos, no como distractores o complementos, sino como arte con vida y lenguaje propios.

La participación de un tenor, un barítono y una mezzosoprano, interpretando a los tres personajes, permite que la propuesta combine lo mejor del arte sonoro, con la calidad de las voces de quienes conocen lo más clásico de la ópera, cruzando de nuevo la frontera de lo contemporáneo. Una propuesta que sobre todo llamó la atención del público joven.

Un público que ve de cerca la manera en la que una catástrofe económica desata un remolino de emociones, que más allá de afectar el bolsillo de las personas, pone en riego factores como la identidad, la seguridad e incluso el amor. Una obra que haciendo el efecto espejo, se ocupa de situaciones muy legibles para todo tipo de público, sobre todo aquellas generaciones que han tenido que enfrentar los debacles de la economía.

EL LENGUAJE VISUAL

Un trabajo que además busca comunicar al espectador también con elementos muy visuales. El diseñador visual Óscar Enriquez explicó que en esta obra, la escenografía está sustentada en una propuesta tipo multimedia que ubica a los personajes en su contexto familiar e íntimo.

"Se presentan diversos trazos escénicos muy sencillos por parte de los cantantes y que vienen a hacer una suerte de impulso de lo que ocurre en una pantalla, en la que se proyecta el 85 por ciento de imagen, mismas que representan una especie de videoarte y corren a lo largo de toda la ópera.

"Lo que hicimos en esta parte fue grabar a los cantantes en cámara negra, una serie de ejercicios físicos, donde interactúan con ciertos movimientos para cámara y que en mi visión, representan lo que cada uno de los personajes tiene en su interior pero que no externa en escena".

De este modo, el público será enfrentado a un pasaje emocional de intensos cuadros, cercano al más puro teatro expresionista, con su simultaneidad de tiempos que llevan a un desenlace que no es tal, sino el principio de una espiral trágica, una suerte de eterno retorno al que somos invitados a ver en toda su simultaneidad de momentos.

LA LIBRETISTA

El proyecto, tan experimental como como flagrante, contó además con la participación y sensibilidad especial de Emma Bertrán, guionista y productora, quien durante el período de 1994 a 2008 realizó diferentes trabajos en las áreas de producción y dirección de diferentes proyectos audiovisuales; ficción televisiva, publicidad, largometrjes, cortometrajes, videoclip, videoarte.

A partir de 2003 combinó esas áreas en las que había adquirido experiencia con el desarrollo de guiones, formándome como guionista en la serie Hospital Central. De 2008 a 2011 trabajó como guionista en la serie Águila Roja de Globomedia. De abril de 2011 a julio de 2012 estuvo trabajando para MULTIPARK en el desarrollo de un proyecto de ficción para Antena 3 TV.

UN VANGUARDISTA

Rogelio Sosa, autor de la música de la Riesgo, es un artista sonoro, compositor y promotor de música electrónica experimental y arte sonoro. Realizó estudios de música electrónica en los Ateliers Upic y en el Institut de Recherche et Coordination Acoustique/Musique (IRCAM) en París entre 1999 y 2001. En 2003 obtuvo una maestría en música y tecnología en la Universidad de París 8.

Desde 2004 radica en la Ciudad de México. Fue curador y subdirector del Festival Radar de 2004 a 2007 y director de 2007 a 2010. Actualmente es director del festival de música experimental Aural del FMX-Festival de México. Su trabajo se ha presentado en más de 50 ciudades de Argentina, Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Hungría, Italia, México, Perú y Venezuela.

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