Rápido y veloz. Charger SRT Hellcat es el Rey: puede hacer el cuarto de milla en 11.2 segundos, el 0 a 100 km/h en 3.6 segundos y alcanzar una velocidad de 330 km/h.
Manejar un superdeportivo es una de las experiencias más delirantes que hay en el mundo. Son unidades con un precio mayor a 3 millones de pesos con tecnología, construcción, materiales y aerodinámica tan avanzada que permiten domar su potencia con suma facilidad y ofrecer un manejo casi perfecto.
Sin embargo, hay dos monstruos que a pesar de no ser parte de la opulencia deportiva y costar alrededor de un millón de pesos, son capaces de llevarnos a otros niveles de adrenalina. Son los Dodge Challenger y Charger SRT Hellcat: éste último fue el que tuvimos de visita.
El reto de domar al demonio. Lo que hace a este Charger emocionante es ofrecer el desafío de domar707 caballos de fuerza, siete más que un Lamborghini Aventador.
Es un auto que si bien tiene sistemas para lidiar con el peso de casi dos toneladas y la furia del motor 6.2 litros, no es buena idea invocar todo su poder en la ciudad, porque suele rebelarse y activar constantemente el control de tracción y eso nos obliga a estar muy al pendientes de su comportamiento para corregirlo al instante y mantenerlo a raya con ayuda de las asistencias que actúan a la perfección.
Está pensado para ofrecer potencia, pero sobre todo seguridad: cuenta con un paquete con más de 80 sistemas de protección, un chasis construido con aceros de alta resistencia y zonas de deformación en caso de impacto y frenos firmados por Brembo de seis pistones, todo para cuidar a sus ocupantes.
La pista tampoco es su mejor escenario si lo que nos importa es hacer la vuelta más rápida. No es ágil en las curvas, pero se distingue por ser en extremo divertido en esos trazados, por mandar la potencia a las ruedas traseras y dejarse derrapar fácilmente.
Pero si se trata de rectas, Charger SRT Hellcat es el Rey: puede hacer el cuarto de milla en 11.2 segundos, el 0 a 100 km/h en 3.6 segundos y alcanzar una velocidad de 330 km/h, lo que le merece ser el sedán más rápido del mundo, incluso por arriba de autos como el Bentley Continental GT, que alcanza 326Km/h.
Un rostro imponente. La fuerza de este auto no solo radica en el propulsor, también en su diseño atlético que fue creado para hacerlo agresivo y seductor por medio de líneas que marcan su musculatura y ayudan a mejorar la aerodinámica, misma que además de reducir la resistencia al viento, apoya en enfriar componentes mecánicos del auto, como el motor y frenos.
Otro atributo que encanta de este ejemplar es el estruendoso sonido que emana del escape, capaz de erizar la piel al pisar el acelerador.
Por dentro, seduce con el diseño que abraza a sus ocupantes con texturas y materiales de alta calidad que denotan su condición deportiva y moderna, como el uso de cuero en el volante multifunción, el tablero y los asientos tipo cubo, o el aluminio en los pedales.
Charger SRT Hellcat es uno de esos autos con poca funcionalidad: es muy poderoso para una ciudad que no te deja ir a más de 80km/h o carreteras con limites de velocidad no mayores a 120 km/h, tan sediento como para pagar 13.95 pesos cada 3.2 km, sin embargo, hoy es de las pocas piezas automotrices capaces de regalar una de las mejores experiencias de manejo en la industria; llena de adrenalina y emoción a tope.
