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Una alternativa a la cirugía plástica

La radiofrecuencia estética es una buena alternativa para los signos del envejecimiento

La radiofrecuencia se puede utilizar de forma segura en el rostro, manos, brazos y piernas, además de glúteos y cuello.

La radiofrecuencia se puede utilizar de forma segura en el rostro, manos, brazos y piernas, además de glúteos y cuello.

Roberto Iturriaga

La búsqueda por la perfección estética ha llevado a millones de personas a buscar procedimientos médicos de toda clase, desde arreglos dentales simples hasta reconstrucciones faciales enteras, las posibilidades son tan amplias que incluso han llegado fuera del mundo de la cirugía plástica.

Como una novedosa y avanzada opción llegó la llamada radiofrecuencia, un procedimiento que fusionó lo mejor de la medicina alternativa con una metodología científica de última generación, la opción al bisturí que millones de personas buscaban desde hacía décadas.

Las cremas, lociones y otros productos tienen con la radiofrecuencia a un rival importante, pues se trata de un método relativamente efectivo para combatir arrugas, celulitis, flacidez en la piel y hasta manchas, con sesiones sin dolor intenso y sin cicatrices. Consiste en aplicar calor y radiaciones electromagnéticas directamente sobre el área de la piel que se desea mejorar, situación que favorecerá una reacción natural de la piel para eliminar toxinas, iniciar procesos de regeneración y regresar un porcentaje de la elasticidad perdida.

En general, la radiofrecuencia representa una alternativa ideal para las personas que comienzan a mostrar los signos de la edad en la piel, pero que aún no se deciden a someterse a un procedimiento quirúrgico que deje marcas y cicatrices; también para quienes se encuentren realizando otras mejoras estéticas alternativas como el botox y las cremas, pues no es una técnica invasiva.

Sin embargo, cabe señalar que los resultados dependerán enteramente del tipo de persona y número de sesiones que se tengan, pues la aplicación de las ondas radiales será distinta en cada uno de los pacientes; se toman en cuenta factores como la edad, los daños por el sol o lesiones, la cantidad de celulitis y otras características que puedan alargar el tiempo del tratamiento.

La radiofrecuencia es especialmente popular entre personas de los 38 a los 65 años, en la mayoría de los casos son mujeres quienes acuden a buscar las sesiones, aunque también una gran cantidad de hombres la han tomado en cuenta por su creciente fama.

En la mayor parte de Europa y Estados Unidos se aplican dos tipos básicos de radiofrecuencia a los pacientes, la que actúa a nivel superficial y la que genera cambios en el tejido adiposo, la última se utiliza para reducir la celulitis, mejorar la circulación en ciertas zonas y reducir ligeras cantidades de grasa en rostro, brazos y piernas.

En ambos casos la radiofrecuencia se puede utilizar de forma segura en el rostro, manos, brazos y piernas, además de glúteos y cuello. Usualmente se inician los tratamientos con dos sesiones por semana, aunque dependiendo de cada caso se pueden llegar a tener hasta tres o cuatro sesiones, una mayor cantidad de aplicaciones de radiofrecuencia puede generar irritaciones leves en la piel.

Antes de acudir a iniciar un tratamiento de radiofrecuencia se debe de revisar la idea previamente con un especialista, ya sea con un dermatólogo o con un cirujano plástico, pues cualquier modificación sin consulta en la piel puede generar otras complicaciones en caso de tener alguna condición médica; por lo tanto, pacientes con padecimientos cardíacos de cualquier tipo, con alergias, diabetes, hipertensión, embarazo o males linfáticos no son candidatos para utilizar las máquinas de radiofrecuencia.

Existen algunos mitos respecto a la aplicación de ondas electromagnéticas en el cuerpo humano, algunas fuentes en la Web afirman que pueden ser causantes de otras afectaciones severas en la piel, incluso que se puede llegar a la aparición de tipos de cáncer, sin embargo no existen pruebas concluyentes al respecto.

Los costos de cada una de las terapias varían de acuerdo al país y el tipo de radiofrecuencia que se utilice, al menos en México los precios van de los dos mil a los diez mil pesos, aunque en algunas clínicas estéticas los precios se ofrecen por tratamiento mensual o total.

Un aspecto importante a considerar es la seriedad del lugar que se visite, no todos las “clínicas” que ofrecen la radiofrecuencia son realmente clínicas, por lo que se deben de verificar los permisos de parte de las autoridades sanitarias, además de revisar las cédulas profesionales de los médicos o profesionistas que apliquen el tratamiento.

Aún con todas las certificaciones, es importante contar con la asesoría de parte de un médico de confianza, una vez que se tenga total aprobación, no habrá impedimentos para disfrutar del beneficios del electromagnetismo estético.

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