El espejo, es un instrumento usado por millones de personas que data de hace miles de años.
Lo utilizamos día a día, en la casa, en la oficina siempre antes de salir. Es una de las herramientas esenciales para lucir bien.
El espejo, es un instrumento usado por millones de personas, pero pocas veces nos hemos cuestionado sobre su origen.
Un utensilio de superficie plana capaz de reflejar la luz, con el cual la vida de la actualidad no sería cómo la conocemos.
Esta herramienta data de épocas antiguas; fueron utilizados por las civilizaciones griega, egipcia y romana entre otras.
Actualmente son creados de cristal, pero en épocas anteriores eran creados de piedra, cobre, acero, plata e incluso oro.
Los primeros espejos, según archivos arqueológicos, eran simplemente vasijas con agua que reflejaban las formas. Los primeros espejos de la forma conocida eran de piedras pulidas, éstas fueron encontradas en Antolia, actualmente conocida como Turquía y datan desde el 6000 a.C.
Artefactos similares, es decir, piedras pulidas, que datan del 4000 a.C, fueron encontrados en Mesopotamia, al igual que algunos del año 3000 a.C que fueron usados por antiguas comunidades egipcias.
Más tarde, llegaron los espejos elaborados de cobre pulido, en vez de pierda. Estos fueron fabricados por habitantes del antiguo Egipto.
Con el paso del tiempo, otras civilizaciones como la Romana y la Griega utilizaron nuevas aleaciones de metal, bronce, estaño y plata que reflejaban con mayor calidad la luz.
Estos artefactos, usualmente eran utilizados por la realeza o tenían connotaciones mitológicas para las comunidades.
Décadas más tarde, el químico alemán Justus von Liebig, en 1835, inventaría el espejo tal y como lo conocemos. Colocó una capa delgada de metal plateado detrás de un vidrio tratado con nitrato de plata. Con este proceso, los espejos serían más baratos y accesibles para todas las personas y se comenzarían a producirse en masa.
