Jared Allen es muy querido por la afición de los Vikingos. (AP)
Un par de meses después de anunciar su retiro, el estelar ala defensivo Jared Allen firmó su contrato de un día para cumplir el sueño de dejar el futbol americano como miembro de Vikingos de Minnesota.
Su carrera duró una docena de años, durante los cuales militó con Jefes de Kansas City, Osos de Chicago y Panteras de Carolina, pero con los "Vikes" vivió una época dorada en la cual incluso se catapultó como el mejor "cazamariscales" de la NFL.
Esas seis temporadas en Minneapolis marcaron la vida del egresado de la Universidad Estatal de Idaho, quien optó por regresar con los nórdicos aun cuando en su última campaña como profesional disputó el Súper Tazón 50 con Panteras.
"Mi vida realmente floreció en Minnesota. Es por eso que era tan importante retirarme aquí. Fueron seis años de mi vida, se siente como si hubiera pasado toda mi carrera aquí. Seis años que nunca olvidaré, porque muchas cosas fenomenales ocurrieron no sólo en el campo, sino también fuera de él", reconoció el texano.
En declaraciones difundidas por el portal oficial de Vikingos, el cinco veces invitado al Tazón de los Profesionales confesó que "mi corazón nunca se fue" y que siempre estará agradecido por el apoyo de la comunidad hacia su fundación.
Por su parte, el dueño de Minnesota, Zygi Wilf, reconoció que "estamos increíblemente orgullosos de que Jared se retire como miembro de esta franquicia. No sólo fue un jugador fenomenal dentro del campo, también fue de los favoritos de los aficionados y de la organización".
Allen empezó su andar en la Liga cuando fue reclutado por Kansas en la cuarta ronda del Draft 2004, en total participó en 187 encuentros y registró 136 capturas, cifra que lo inmortalizó como el noveno máximo "sepulturero" en la historia de la NFL.
