Traslado. Al menos una 202 personas refugiadas fueron enviadas a la costa turca ayer, señalaron autoridades.
El plan
de deportación de refugiados
desde la Unión Europea
(UE) a Turquía ha comenzado
ayer con la llegada a la
costa turca de 202 personas,
principalmente pakistaníes,
bengalíes y afganos,
que serán luego expulsados
a sus países de origen.
Los primeros tres barcos
con deportados desde
las islas griegas han atracado
en la ciudad portuaria
de Dikili, en la costa egea
del país, donde funcionarios
turcos han recibido a
los retornados.
Un total de 136 de ellos
proceden de la isla de Lesbos,
a apenas 25 kilómetros
de distancia, y 66 de la isla
de Quíos, medio centenar
de kilómetros más al sur.
Todos pasaron por las
carpas instaladas en el
muelle de Dikili, donde se
les tomaron las huellas dactilares
y se les hizo un chequeo
médico.
Varios ambulancias y
autobuses se hallaban en
una franja del muelle rodeada
por vallas y vigilada
por la policía.
El ministro turco de
Asuntos Europeos, Volkan
Bozkir aseguró que desde
allí iban a ser trasladados
de inmediato a centros de
deportación situados en la
provincia de Kirklareli,
fronteriza con Bulgaria.
La Policía europea de
fronteras Frontex ha confirmado
en su página web
el número de 202 deportados
de las dos islas helenas,
acompañados por 180 policías
de esa agencia europea,
además de agentes policías
griegos.
“Esta operación de
readmisión se coordina entre
las autoridades griegas
y turcas como parte del
acuerdo entre Unión Europea
y Turquía”, señala el
comunicado.
Bozkir aseguró hoy en
la emisora Habertürk que
en esta primera remesa de
deportados no se hallaban
aún ciudadanos sirios, aunque
estimó que éstos representarán
el 70%de quienes
serán deportados.
Según la prensa turca,
en los tres barcos, el “Lesvos”,
el “Nazli Jale” y el
“Ertürk”, llegaron sobre todo
pakistaníes, bengalíes y
afganos.
A todos los retornados
no sirios se les abrirá un
expediente de repatriación,
conforme al procedimiento
legal e incluyendo una solicitud
a su país de origen,
especificó el ministro, vaticinando
que este proceso
será “lento”.