De vuelta al ruedo

Nunca antes en la historia un torero se había recuperado de perder una pierna en el ruedo para regresar a plantarle la cara a un toro… hasta ayer.

El lagunero Jorge Mata lidió una becerra en la plaza de toros Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo, Durango, armado con mucho valor y una prótesis de fibra de carbono en su pierna derecha, retomando su carrera como matador de toros, la que debió abandonar hace más de 9 años debido a una cornada que casi le cuesta la vida.

Ante una concurrencia de decenas de personas, entre amigos y familiares del matador, taurinos laguneros y los medios de comunicación, Jorge Mata Carlos vistió un traje corto para verse cara a cara con una becerra de aproximadamente 250 kilogramos de peso, procedente de la ganadería Arturo Gilio, ante la que hizo recordar los momentos dorados de su carrera, cuando pudo vestir traje de luces y conquistar triunfos en diversas plazas del país.

Mata tuvo una faena lucidora con el capote, efectuando Revoleras, pases de mandil y remates con desdén que arrancaron palmas desde los tendidos de la plaza, donde se ubicaban los dos pequeños hijos del matador.

Luego de agradecer a la concurrencia, Mata brindó la faena a Néstor, el pequeño de 7 años que hace unos meses sufrió la amputación de su pierna izquierda debido al ataque de un perro de la raza pitbull.

Néstor fue el invitado especial y mostró su mejor sonrisa ante el brindis del matador.

"Mi rey, ésta es una prueba de que si te esfuerzas, podrás hacer lo que quieras en tu vida, no habrá límites. Esfuérzate y podrás lograr lo que te propongas", le dijo el matador.

Con la muleta, Jorge Mata trabajó una faena que comenzó con pases de tanteo, seguidos por sentidos derechazos y rematando con pases de pecho, siempre bajo la atenta mirada del matador Sergio Cerezos y el novillero Arturo Gilio hijo, quienes saltaron al ruedo ante el más tenue intento de la becerra por coger al torero, incluso ellos terminaron la faena con más pases al virtuoso animal que nunca dejó de embestir, para al final regresar a los corrales, mientras Mata celebraba junto a sus hijos la satisfacción de poder volver a torear luego de ver la muerte cara a cara.

"Sentí muchas emociones encontradas, por qué no decir que miedos, he pasado por tanto. Ha sido un viacrucis haberme operado 36 veces para salvar mi pierna y al final tuve que perderla para estar más sano. Tomé la decisión de amputarme hace año y medio, tras ese tiempo no tengo palabras para explicar la satisfacción de volver a hacer lo que más me gusta, lo que es mi pasión, porque soy matador de toros, para eso nací y toda mi vida seré torero", dijo Mata con la voz entrecortada, flanqueado por sus pequeños hijos y tras fundirse en un largo abrazo con el matador en retiro Arturo Gilio, quien ha sido uno de los grandes apoyos para Mata tras la cornada que lo relegó de los ruedos.

UN HECHO SIN PRECEDENTES

Nunca antes en la historia del toreo mundial, un matador había regresado a lidiar un burel en público luego de perder una parte de su cuerpo y ser sustituido por una prótesis.

El español Vicente Ruiz "El Soro" tuvo una historia taurina plagada de intervenciones quirúrgicas y lidió un novillo con una prótesis en la rodilla, pero esa dificultad, a pesar de no ser para nada pequeña, no se compara con perder toda una extremidad, como es el caso del lagunero Mata.

Aquel 24 de febrero de 2007, fecha que le cambió la vida a Jorge Mata tras sufrir una cornada en la arteria femoral que desencadenó en perder su pierna, el diestro lagunero actuaba al lado del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, ahora, como si se tratara de un truco del destino, situación común en la carrera taurina, Mata tendrá la oportunidad de volver a actuar para un público al lado del centauro navarro, pues fue confirmado para abrir plaza en la corrida de toros del próximo 16 de abril en Ciudad Lerdo, donde Hermoso actuará junto a Antonio Lomelín hijo. Mata abrirá plaza en una actuación especial, concretando su sueño de volver, lidiando ahora un novillo y ante unos tendidos seguramente abarrotados.