'No me sentí regañado por el Papa'

El cardenal Norberto Rivera Carrera negó haberse sentido regañado por el Papa Francisco, quien durante su visita al País pidió a los obispos mexicanos no alejarse del pueblo.

"Yo estuve ahí (en la Catedral Metropolitana, donde el Papa dio su discurso) y no me sentí regañado en ningún momento; al contrario, me sentí muy alentado en el ministerio que se me ha confiado porque él vino a eso, a alentarnos y también a mostrarnos todos los peligros que podemos tener en el ejercicio de nuestro ministerio, pero no es que nos haya regañado", respondió en conferencia de prensa ayer, al comentar por primera vez el llamado del Papa.

Rivera rechazó también que estuviera de acuerdo con el semanario Desde la fe, órgano oficial de la Arquidiócesis de México, que el domingo pasado cuestionó las palabras del Pontífice, con preguntas como "¿por qué tratar de demeritar el trabajo de los obispos mexicanos?", o "¿Quién malaconsejó al Papa?".

"Para nada, yo ni estaba aquí en México, así es que no pude yo ponerme de acuerdo, aprobar o desaprobar (el editorial)", dijo Rivera.

"Yo he tenido una actitud, desde que quería fundar un periódico aquí hace 18 años, de respetar siempre la libertad de expresión, o sea, si nosotros predicamos para la sociedad que debe de haber libertad de expresión, en la Iglesia también debe de haber libertad de expresión y éste es el pensar de alguno de los editorialistas", añadió.

NO EXISTE MALA RELACIÓN

Sonriente, el religioso negó una mala relación con el Papa argentino.

"Siempre he tenido una buena amistad con él, creo que cuando se convierte por nuestra elección en Papa, pues además de la amistad hay respeto y obediencia", dijo.

Rivera inauguró un foro sobre la marihuana, organizado por la Universidad Pontificia de México, donde criticó la intención de legalizar por completo la marihuana, aunque admitió la posibilidad de uso medicinal.

"Lo peor que nos puede pasar es que, ante los problemas que no podemos solucionar, tomemos el camino de 'legalizar' los problemas, condenando con ello a los jóvenes, riqueza y esperanza de nuestra patria, y a las nuevas generaciones a un mundo sin remedio que ellos, tarde o temprano, tendrán que reordenar, dijo.

Reconoció que, "bien utilizada", la marihuana puede tener consecuencias benéficas, aunque su uso, dijo, está más relacionado con temas de autodestrucción.

"Las políticas públicas no pueden diseñarse en la medida de las peticiones individuales y egoístas, sino en la dimensión exigentes del bien común y de la promoción de la dignidad humana", dijo.

En el foro, ante unas cien personas, participaron el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría, de la Comisión Nacional contra las Adicciones, una madre de familia así como el arzobispo de Yucatán.