El brote regional de zika tendrá un efecto leve sobre la economía latinoamericana, aunque las naciones del Caribe que dependen del turismo sufren el mayor riesgo, sostuvo el Banco Mundial ayer jueves.
El organismo multilateral con sede en Washington dijo que proveerá 150 millones de dólares para ayudar a la lucha contra el virus.
Veintiséis naciones y territorios del hemisferio occidental han registrado brotes de zika, que en Brasil ha sido vinculada con un fuerte aumento de defectos congénitos generalmente infrecuentes.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado el alerta global y varios países han aconsejado que las mujeres embarazadas eviten viajar a las zonas afectadas.
El informe del Banco Mundial calcula que el lucro cesante será de unos 3,600 millones de dólares, apenas el 9.6 % del Producto Interno Bruto regional. Esto se debería a la reducción de viajes a la región y el ausentismo laboral, al tiempo que la lucha contra el mosquito significará un esfuerzo para los presupuestos ajustados.
En los pequeños estados insulares, el impacto podría llegar al 1.6 % del PIB, dijo el banco. Los países en mayor riesgo son Bahamas, Barbados y Antigua y Barbuda.
El pronóstico da por sentado que hay una respuesta al virus regional e internacional rápida y bien coordinada.