El peritaje del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) concluyó ayer que no hubo incendio en el basurero de Cocula la noche en que desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa. (ARCHIVO)
Han pasado poco más de 16 meses desde que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural "Isidro Burgos" desaparecieron en Iguala, Guerrero, y aún no se sabe qué fue lo que pasó con ellos.
El peritaje del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) concluyó ayer que no hubo incendio en el basurero de Cocula la noche en que desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa, lo cual echa por tierra una vez más la llamada "verdad histórica" del gobierno mexicano.
"No hay consistencia entre la evidencia científica y testimonial, por lo que se determina que en el basurero de Cocula no pudo haber ocurrido el evento con el que en su 'verdad histórica' la fiscalía (PGR) pretendió dar por resuelta la desaparición de los 43 normalistas", aseguró el equipo.
El EAAF puso de nuevo en entredicho la versión oficial del caso como ya hicieron expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en varias ocasiones tras el análisis de pruebas científicas recabadas in situ y tomas satelitales.
Según la "verdad histórica" proclamada en enero de 2015 por el entonces procurador de la República, Jesús Murillo, los 43 jóvenes fueron detenidos el 26 de septiembre de 2014 por policías corruptos en Iguala y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en el basurero del municipio aledaño de Cocula.
El informe del EAAF "viene a recalcar lo que nosotros ya sabíamos. Que ahí no hubo ninguna quema. Somos campesinos e indígenas, sabemos perfectamente cómo son este tipo de quemas", dijo Mario González, padre de uno de los 43 desaparecidos, en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en la Ciudad de México.
