Corea del Sur, Japón y Estados Unidos acordaron cooperar para garantizar que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe nuevas sanciones contra Corea del Norte por su prueba nuclear y el lanzamiento de un cohete de largo alcance. La presidenta surcorena Park Geun-hye y su colega estadunidense Barack Obama mantuvieron ayer martes un diálogo telefónico para asegurarse de que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una resolución para imponer sanciones severas efectivas contra el régimen de Pyongyang.
Ambos presidentes expresaron durante la conversación telefónica la necesidad de aplicar además medidas adicionales a las derivadas de dicha resolución, informó la presidencia en un comunicado divulgado por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Obama aprovechó para reiterar su apoyo "inquebrantable" a los gobiernos de Corea del Sur y Japón, a los que considera "aliados".
Asimismo, Park mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en la que acordaron "dar una respuesta internacional fuerte y unida" y confiaron en que el Consejo de Seguridad adopte una "contundente" resolución. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó el domingo pasado el lanzamiento por parte de Corea del Norte de un cohete de largo alcance que puso en órbita un satélite.
