Coldplay, Beyoncé y Bruno Mars pusieron el ambiente en el Super Bowl 50. (AP)
Llego el momento del espectáculo, los árbitros mandaron el encuentro entre las Panteras de Carolina y los Broncos de Denver al ansiado medio tiempo.
La gente de producción del Super Bowl, como siempre, se lució para montar en cuestión de minutos un enorme escenario en medio del Levi's Stadium.
Al cabo de unos segundos estaba ahí, sobre el césped, Chris Martin recitando las primeras estrofas de Yellow junto al resto de Coldplay y cientos de chicos corriendo hasta la colorida estructura.
Viva la vida no tardó en resonar en el recinto deportivo al unísono con los fanáticos de la NFL, mientras el talento juvenil tocaban sus violines al ritmo de un eufórico Martin.
Lo mejor estaba por venir, después de cantar Paradise y Adventure of a Lifetime, las cámaras enfocarían a Bruno Mars interpretando uno de sus grandes hits, Uptown Funk.
Repentinamente los tambores ensordecieron al Levi's Stadium, con su imponente figura, Beyoncé encendió a las decenas de miles de almas congregadas en el evento deportivo más aclamado del planeta, quizás, a la par de la Copa del Mundo de la FIFA.
Tras un duelo de voces, Mars y Beyoncé se unieron a Coldplay para continuar con la citada melodía para permitir que fuera Chris Martin y los suyos quienes se apoderaran del escenario en un emotivo recorrido de los shows de medio tiempo del Super Bowl de los últimos años, mientras la mítica Clocks, Fix you y la reciente Up&Up fueron las melodías elegidas para el cierre perfecto de la noche.
