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Es único el profesor

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Antier llegó por la tarde a la ciudad de México procedente de España el multicitado expresidente nacional del Partido Revolucionario Institucional, exgobernador de Coahuila, profesor, cuatro veces master (en cada entrevista que da hace énfasis que desde que dejó la presidencia del PRI ha obtenido cuatro maestrías en España) y cuasi doctor, Humberto Moreira Valdés.

A su llegada al aeropuerto de la Ciudad de México se creó un enorme tumulto de periodistas que se congregaron alrededor suyo para conocer sus impresiones de su aprehensión y posterior liberación. De las medidas cautelares que le dictaron, como la retención de su pasaporte, hasta que las mismas fueron levantadas y su documento le fue devuelto.

En fin, Humberto Moreira es el tema del momento luego que la recaptura del "Chapo" Guzmán que poco a poco empieza a desaparecer de las primeras planas de los diarios y de las cortinillas principales de los noticieros de radio y televisión.

Por razones obvias, además de la atención nacional, el caso del profesor tiene especial interés en Coahuila, tierra donde gobernó y donde le creó el multimillonario pasivo, todavía sin aclarar.

Más allá de la responsabilidad que Humberto pueda tener en el desfalco que sufrió el pueblo coahuilense durante su gestión y como el propio profesor enfatiza estar libre de todo cargo jurídico, ya que la propia Procuraduría General de la República lo exoneró determinando un no-ejercicio de la acción penal de la causa que se le seguía, producto del asalto que sufrieron las arcas coahuilenses, llama mucho la atención la postura que Moreira Valdés ha tomado desde que bajó del avión que lo trajo de regreso al país.

Haciendo gala de sus dotes mediáticas, Moreira Valdés ha ido modificando su postura en las tres ocasiones en que se ha presentado ante los medios desde que salió de la prisión Soto del Real en Madrid, España. La primera aparición, cuando apenas abandonaba la cárcel, el exgobernador mostró un rostro más que compungido. Manzana en mano, con un caminado débil, se dio tiempo para responder a los reporteros que lo esperaban tan pronto salió.

Sus declaraciones fueron si bien defendiendo su inocencia, también tuvo tiempo para parecer un tipo muy familiar que apenas salía de una inesperada tribulación, pero tuvo también espacio para decir sus frases únicas. Dijo sentirse bien porque había comido manzana y que lo que deseaba en ese momento era irse a cenar con su familia unas "patatas bravas". Sea lo sea, su talento para el micrófono sigue intacto.

Luego su segunda aparición, la entrevista tumultuaria en el puerto aéreo mexicano. Ahí Moreira iba mucho más preparado y con documentos en mano machacó su supuesta inocencia. El tono ya había cambiado, el profesor pasó de un tono tímido en la puerta de Soto del Real a una postura más desafiante. Previamente el presidente actual de su partido, Manlio Fabio Beltrones, había declarado que los derechos políticos del exgobernador se mantenían intactos. Hay quienes piensan que el poligraduado podría buscar nuevamente la alcaldía de Saltillo.

Pero el día de ayer en su tercera aparición, ya de plano fue otra cosa. En entrevista radiofónica con una periodista de la capital, Humberto Moreira hizo alarde de todas sus capacidades comunicativas. Es cierto e incuestionable que su fibra más sensible y dolorosa sea el homicidio de su hijo, perpetrado por "los zetas" y que por lo tanto le duela profundamente que lo hayan relacionado con ese grupo criminal. Pero dejando eso de lado, el profe volvió a la carga. Habló de sus pesares en prisión, de los privilegios que gozó por (otra vez) tener cuatro maestrías, así como el ambiente que vivió en su encierro. Todo contado en un tono conmovedor.

Dijo también que en Coahuila la costumbre es que el exgobernador reciente se aparte de la escena pública para que el nuevo no tenga la inconveniencia del ex tan cercano, por lo que aseguró que ha mantenido un perfil bajo en la capital del estado atendiendo a esa costumbre, no obstante que, como le enfatiza la entrevistadora, el gobernador en turno sea su hermano.

Sin embargo, dijo que cuando va a Saltillo visita a sus familiares, particularmente a su señora madre, a algunos amigos y también a algunas lideresas en las colonias.

Humberto Moreira es único, quienes lo conocen periodísticamente señalan que no es más que un encantador de serpientes, un perfecto manipulador. Así andaba de apariciones el exgobernador, lo que presagia un preámbulo aparente de que pronto estará activo en la política. Al tiempo.

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