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La verdad oculta

¿El principio del fin…?

Foto: Columbia Pictures

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Eduardo Anaya Camargo

Al realizar una autopsia en el cerebro de uno de los exjugadores de la NFL, Mike Webster, el doctor Bennet Omalu descubre un deterioro neurológico similar al Alzheimer, el cual bautiza como Encefalopatía Traumática Crónica (ETC). Conforme otros futbolistas son diagnosticados con esta enfermedad, Omalu se embarca en una cruzada para hacer del conocimiento público los peligros que conlleva jugar fútbol americano.

El director Peter Landesman (Parkland, Kill the Messenger) trae a la pantalla grande la historia del doctor Bennet Omalu, interpretado por Will Smith, en su lucha contra la NFL. Para los amantes del fútbol americano (en particular, de los Acereros de Pittsburgh), la película resulta imperdible, pero incluso quienes no sigan este deporte se verán atrapados por el poder narrativo de esta historia de ética profesional. La declaración más poderosa de la película, deportivamente hablando, es la siguiente: el cuerpo humano no está hecho para jugar fútbol americano. La dramática interpretación de David Morse como el centro ofensivo Mike Webster, apodado “Iron Mike”, muestra los devastadores efectos potenciales del ETC en el cerebro.

Otras estrellas del deporte que fallecieron debido a esta enfermedad y desfilan en la cinta son lassiguientes: Justin Strzelczyk (tackle ofensivo, también de los acereros de Pittsburgh), Andre Waters (profundo de las Águilas de Filadelfia, uno de los golpeadores más agresivos del deporte) y Dave Duerson (profundo, ganador del Super Bowl XX con los Osos de Chicago y XXV con los Gigantes). Nota interesante: ninguno de estos jugadores vivió más de 50 años.

Otro personaje importante que aparece es el doctor Julian Bailes, interpretado por Alec Baldwin, exmédico de los Acereros, quien intenta limpiar su conciencia por haberles permitido a los futbolistas regresar a los partidos tras haber sufrido conmociones. Finalmente, la película cuenta con una emotiva banda sonora a cargo de James Newton Howard (El caballero de la noche, Los juegos del hambre).

PODEROSA ACTUACIÓN Y SABIA DECISIÓN

Will Smith parece haber sacado del cajón de recuerdos las lecciones aprendidas cuando protagonizó En busca de la felicidad (2006) y Siete Almas (2008), de modo que en La verdad oculta (2015) ofrece una actuación carismática e inspiradora. Su trabajo en la cinta lo ha nominado al Globo de Oro 2016. Después de valorar el tremendo poder mediático de la NFL en el mundo, resulta difícil imaginar a otro actor que no sea Will Smith interpretando a este personaje. Si el doctor Omalu era prácticamente un desconocido que enfrentó a este gigante, un David contra Goliat, como lo han denominado algunos críticos, Will Smith es diferente. En La verdad oculta, resulta muy atractivo ver a uno de los actores más queridos del mundo enfrentar al deporte más querido de su país.

UN SUPERHÉROE DE LA VIDA REAL

En su libro Save the Cat! Goes to the Movies, Blake Snyder clasifica los tipos de películas en diez grupos. Uno de ellos es el del superhéroe: un hombre extraordinario en un mundo ordinario. Algunos ejemplos de estas películas son Gladiador, Una mente brillante y El informante (todas ellas protagonizadas por Russell Crowe). La verdad oculta encaja perfectamente dentro de este grupo. Como todo bien diseñado superhéroe, Benett Omalu tiene una clara misión en su vida, pero se rehúsa a aceptarla, pues va en contra del sueño personal en su vida: “No soy el que debería haber descubierto esto”. La respuesta de su esposa establece una conexión instantánea del público con el conflicto del personaje: “Si tú no hablas por los muertos, ¿quién lo hará?”. El conflicto principal, el dilema moral que da fuerza a esta historia, puede expresarse así: el sueño más grande del doctor Omalu, nacido en Nigeria, es ser aceptado como americano, y su misión en la vida es alertar a la sociedad americana del riesgo fatal que implica jugar nada menos que el deporte más popular del país. Conflicto personal, conflicto social, conflicto ético: los tres se interconectan efectivamente en La verdad oculta.

EL SUEÑO AMERICANO

De principio a fin, La verdad oculta explora el significado del “sueño americano”, pero más que esto, se adentra en el precio de vivirlo, lo cual se puede analizar de dos maneras. La primera: el dinero, la fama y la gloria de los futbolistas como claros ejemplos de este sueño. Y la segunda: la idealización del doctor Omalu del “sueño americano”. Este último componente se maneja con sumo cuidado en el guión. Omalu resume claramente lo que Estados Unidos significa para él cuando lo coloca como el segundo mejor lugar que existe después del el cielo, y la desmitificación de esto se explora conforme Omalu emprende su lucha contra la NFL. Un ingrediente importante de este proceso lo da la ingenuidad del personaje, y el otro, la ironía. Partiendo de la premisa de que las grandes lecciones de la vida llegan de las formas más inesperadas, La verdad oculta quizá sea uno de los mejores ejemplos cinematográficos del año.

EL PODER DE UNA CORPORACIÓN

La película, cuando menos, sugiere que hubo tremendos esfuerzos de la NFL por impedir que la nueva información sobre el ETC saliera a la luz. “La NFL es dueña de un día de la semana. De la misma manera que la iglesia lo era antes que ellos”. Con esta simple comparación se establece con contundencia el poder de la NFL. Es contra esta institución que el doctor Omalu decide luchar. Lo más irónico de la cinta es que, conforme la historia avanza, queda claro que la verdad científica está del lado del doctor, pero a medida que dicha verdad cobra fuerza, la historia otorga una interesante reflexión: ¿De qué sirve la verdad si nadie quiere escucharla? El director Peter Landesman se toma su tiempo para exponer al público el lugar que ocupa el fútbol en las vidas de los norteamericanos. El futbol se retrata con tintes espirituales, “La verdad es que la NFL es una bendición y una salvación”; con tintes sociales, “Heinz Field es el corazón latiente de la ciudad”; e incluso con tintes literarios, “Es un juego tonto y violento y también es Shakespeare”. Si, efectivamente, es difícil cambiar una cultura, es casi imposible cambiar una cultura con tal penetración en la psique colectiva de una nación. Finalmente, para los lectores interesados en conocer más acerca de las conmociones cerebrales y la historia del doctor Omalu, se recomienda ampliamente ver el documental de la PBS Liga de la negación: La crisis de la conmoción cerebral en la NFL (Frontline, League of Denial: The NFL's Concussion Crisis), ya que este muestra otros valientes doctores y activistas que se han unido a la cruzada del doctor Omalu, como la doctora Ann McKee.

ETC: ¿EL FIN DE LA NFL?

Resulta difícil pensar que esta película marque el fin de este deporte; sin embargo, a solo unas semanas del Súper Tazón 50, el estreno de La verdad oculta es, ciertamente, oportuno y, ¿por qué no?, retador. Stephen A. Smith, uno de los comentaristas de deportes más populares de Estados Unidos, quizá dio la respuesta correcta a largo plazo en la emisión del programa de ESPN, First Take del 22 de diciembre de 2015: “Con la película, Will Smith quería asegurarse de recordarle a la gente que la investigación no está terminada”. ¿Será este el comienzo del fin para el fútbol americano? Solo el tiempo lo dirá.

Twitter: @skidrow82

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