Cultura

Las palabras tienen la palabra

El truco de los frijoles

Juan Recaredo

Son semillas de un arbusto y efectivamente tienen forma de frijol, pero les faltan muchas otras características para que se les pueda calificar como tales. Además no saltan, solamente experimentan una especie de estremecimiento que hace que el supuesto frijolito cambie ligeramente de posición y eso sucede sólo cuando se dan ciertos factores ambientales.

Cuando comenté esto ante un grupo de amigos, no faltó quien preguntara: ¿Pero entonces, sí existen los frijoles saltarines? Pues podemos decir que sí existen si advertimos lo que acabo de decir, que aunque parecen no son frijoles y realizan pequeños movimientos que no podríamos calificar como saltos.

Paseando en una feria texana, hace mucho tiempo, me llamó la atención que en un puesto de baratijas y golosinas se vendían los "Mexican Jumping Beans". No pude resistir la tentación y de inmediato compré un sobrecito con dos "frijolitos" dentro.

Hasta ese momento yo pensaba que todo era falso, pues si los "frijolitos" realmente saltaran estarían moviéndose dentro de los sobrecitos. Esa duda y otras que surgieron luego, fueron aclaradas cuando me puse a investigar qué tienen de particular los frijolitos saltarines, que además se anuncian como mexicanos.

Entonces, supe que ese arbusto se produce principalmente en la ciudad de Álamos, Sonora, famosa precisamente por ser "la capital de los frijoles saltarines". Este detalle llama especialmente la atención porque precisamente en Álamos, Sonora, es donde nació la Doña María Félix, y digo que es curioso que le dan más popularidad a los "frijolitos" que el hecho de ser la cuna de la máxima diva del Cine Nacional.

Se producen en un espinoso arbusto de nombre científico "sapium biloculare" en cuyas flores una pequeña polilla deposita sus huevecillos. El huevecillo se convierte luego en una larva que permanece dentro de la semilla y cuando siente cierto grado de calor, se agita para protegerse de éste. Por eso, cuando los compré no se movían, pero en el instructivo que me dieron aclaraba que, para que empezaran a moverse, tenía que poner a los "frijolitos" en la palma de mi mano y ahora entiendo que ésa era una forma de darles calor y hacer que la larva se lanzara contra las paredes de su encierro tratando de salir y eso era lo que producía el movimiento

La curiosidad que me producían aquellos "frijolitos" que me parecían algo mágico, se convirtió en desilusión al día siguiente cuando encontré a los frijolitos inmóviles y con un agujerito que había hecho el gusanillo para escaparse.

De todas maneras, fue una interesante experiencia mi encuentro con los famosos "Mexican Jumping Beans", aunque de esto lo único cierto es el gentilicio, porque los supuestos frijolitos sí eran mexicanos.

Escríbale a Don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es [email protected]

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Valdemar SALINAS. ¿Existe la palabra chido? ¿Qué significa?

RESPUESTA:

En el Diccionario de la Academia de la Lengua Española aparece la palabra chido como algo agradable.

Me retiro con esta frase: Ni el sol ni la muerte pueden ser mirados fijamente. ¡Fíjese! ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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