Una nevada leve que paralizó el tránsito en y alrededor de la capital estadounidense el miércoles por la noche fue el preludio ominoso de una enorme nevada que se acercaba ayer jueves y amenazaba el noreste de Estados Unidos.
La capa de menos de dos centímetros de nieve que cayó el miércoles en la noche en la capital del país,Washington,
así como en Maryland y el norte de Virginia se congeló inmediatamente en los caminos, lo que causó centenares de accidentes, en tanto que numerosos automovilistas quedaron varados durante horas.