'EU sigue comprometido a ayudar a Nigeria y sus vecinos contra los actos de terror sin sentido de Boko Haram', afirmó Toner, portavoz de EU. (ARCHIVO)
El Departamento de Estado de EU condenó hoy los ataques terroristas perpetrados por el grupo terrorista Boko Haram en el noreste de Nigeria entre este domingo y el lunes y que se han cobrado la vida de más de 60 personas.
"Hacemos llegar nuestras más profundas condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas. Estamos con el pueblo de Nigeria y con la región en la lucha contra Boko Haram", aseguró hoy en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Mark C.
En el ataque perpetrado el lunes, murieron al menos 30 personas en la ciudad nigeriana de Madagali, en el estado nororiental de Adamawa, en un doble atentado contra un mercado muy concurrido perpetrado por dos mujeres que llevaban explosivos atados a sus cuerpos.
Este ataque se produjo después de que al menos 35 personas fueran asesinadas en varios ataques en la ciudad de Maiduguri, capital del estado de Borno y situada como Madagali en el noreste del país, de población musulmana y epicentro de la actividad terrorista de Boko Haram.
"EU sigue comprometido a ayudar a Nigeria y sus vecinos contra los actos de terror sin sentido de Boko Haram", afirmó Toner.
El portavoz aseguró que Estados Unidos seguirá entregando ayuda humanitaria a las víctimas de Boko Haram y que Washington continuará proporcionado a sus "socios africanos" asesores, inteligencia y apoyo logístico para luchar contra "la violencia desenfrenada" del grupo terrorista.
Recientemente, el Gobierno nigeriano informó de sus avances en la lucha contra el grupo terrorista, del que ha destruido buena parte de su capacidad militar y ha recuperado los territorios más importantes que tenían en su poder.
Ante este debilitamiento, los integristas han dirigido sus ataques en los últimos meses contra otros objetivos, como mercados, estaciones de autobuses y otros lugares donde se concentran multitudes.
Boko Haram ha asesinado al menos a 12,000 personas en los últimos cinco años, 3,000 de ellas solo en 2014, según las autoridades nigerianas.
