Terry murió el 14 de diciembre de 2010, tras ser atacado a balazos por cinco hombres que traficaban droga en un área cercana a Nogales, Arizona. (TWITTER)
Dos mexicanos declarados culpables de participar en el homicidio del agente de la Patrulla Fronteriza, Brian A. Terry, en diciembre de 2010, fueron sentenciados hoy a cadena perpetua en una Corte Federal de Tucson, Arizona.
Fuentes judiciales informaron que Iván Soto Barraza y Lionel Portillo Meza, conocido también como Jesús Leonel Sánchez Meza, fueron sentenciados este miércoles por el juez federal David C. Bury a una pena de cadena perpetua por su participación en el homicidio.
En su sentencia el juez ordenó 20 años más de prisión a los dos mexicanos por otros cargos relacionados con la muerte del agente Terry.
Los dos mexicanos forman parte de los siete implicados en el homicidio, cinco de los cuales ya fueron detenidos y sentenciados.
Terry murió el 14 de diciembre de 2010, tras ser atacado a balazos por cinco hombres que traficaban droga en un área cercana a Nogales, Arizona, a unos 16 kilómetros al norte de la frontera con México.
El homicidio del agente fronterizo se mantuvo como un caso relevante luego que dos rifles automáticos AK-47 encontrados en el lugar de los hechos, formaran parte de las armas contrabandeadas a México bajo la denominada Operación Rápido y Furioso, que permitió a los traficantes el enviarlas a México aun cuando eran monitoreados por agentes federales.
Las autoridades federales dieron prioridad a la investigación y búsqueda de cinco presuntos responsables del homicidio de Terry, identificando a todos ellos, incluyendo a Soto Barraza y Portillo Meza.
Otros dos hombres, Rosario Rafael Burboa Álvarez y Rito Osorio Arellanes, también fueron implicados en el homicidio, aunque no estuvieron presentes en el lugar de los hechos.
Burboa Álvarez fue sentenciado en octubre pasado a 27 años de prisión, tras ser declarado culpable de haber reclutado al equipo de atracadores que mató al agente fronterizo, al toparse con él cuando buscaban a traficantes de droga para robarles sus cargamentos.
Osorio Arellanes, que estaba bajo custodia en el momento del asesinato del agente Terry, se declaró culpable de conspiración para interferir con el comercio por robo y fue sentenciado a ocho años de prisión en enero de 2013.
Su hermano Manuel Osorio Arellanes, fue detenido la noche misma en que ocurrieron los hechos y se declaró culpable de participar en el homicidio por lo que fue sentenciado en febrero pasado a 30 años de prisión.
Los otros dos implicados, Jesús Rosario Favela Astorga y Heraclio Osorio Arellanes, permanecen como fugitivos y autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de 250 mil dólares por información que conduzca a su arresto.
