Empezar de nuevo. Explorar nuevos caminos. Regresar a las raíces. "Todos los mexicanos tenemos algo de oscuridad", sentencia Alfonso André, quien se encuentra en la promoción de su segundo álbum con su proyecto de solista.
"Llegué con más seguridad a Mar rojo. Crecí como intérprete y sentí que me atreví a hacer otras cosas diferentes. Es un disco un poco más oscuro. El primer es muy feliz, con mucha luz, y en este volvemos a las viejas costumbres de la oscuridad, por donde ya hemos caminado mucho, con La Barranca, Caifanes. El país, en su música, su arte, tiene mucha oscuridad, sombras", explica sobre el nuevo material.
Para André, no ha sido fácil mantener su proyecto aparte de Caifanes, en el cual comparte créditos con Federico Fong (bajo), "Chema" Arreola (batería) y los dos guitarristas Lari Ruiz Velazco y Javier Calderón.
"Todos tienen otras chambas, en este país siempre estamos en crisis, todos tienen que tener otras chambas para poderse defender y a veces uno no puede ir, a veces otro, pero todos quieren seguir estando en el proyecto porque les gusta mucho. Nos entendemos muy bien", dice.
EL RIESGO DE LA MÚSICA
"¿Y qué hay sobre las bandas nuevas?", se le cuestiona.
"Hay mucha evasión. No hablan de los temas que nos pasan a todos. Los chavos otra vez queriendo cantar en inglés o de cosas fantásticas, de viajes por la estratósfera, las galaxias y demás. Siento que es evasión de tantas ching... que nos pasan. Se entiende".
Por último, Alfonso comparte su experiencia con aquellos que quieran dedicarse a la música.
"Cuando nosotros empezamos a hacer música lo hacíamos por una ansiedad personal. No había ninguna esperanza de vivir de eso, la radio estaba cerrada, nadie grababa rock en español, era una necesidad de expresión, creo que eso debe ser lo importante. Si realmente sientes esa necesidad, vas a aguantar la vara que te ponga la vida".
Visita especial. Alfonso André tuvo una firma de autógrafos durante el fin semana en Torreón.
