Sin lugar a dudas los últimos acontecimientos desastrosos que el terrorismo ha provocado en el mundo, ha cambiado el enfoque natural de los negocios, las finanzas y la política bajo diversas percepciones de incertidumbre y zozobra en todos los ámbitos de la sociedad; sin embargo la vida continúa y no se puede detener lo que está fuera de nuestros respectivos ámbitos de acción, sin embargo es obligada la cautela y precaución hasta para el plan de vacaciones propicias en ésta época, es la cruda realidad de lo que nos toca vivir signo de los tiempos.
De tal manera que al seguir con lo cotidiano en el mundo por decirlo de alguna forma, en lo económico seguimos a la espera de la decisión de la FED. con el tema de las tasas de interés; precisamente en uno de mis artículos anteriores al respecto mencionaba que la inmovilidad que ha decidido el Comité de dicho organismo tiene su lógica, la expansión económica del vecino país ha sido baja pero prolongada, sin embargo no lo suficientemente robusta para respaldar el aumento, por otra parte la inestabilidad en la Zona Euro, el cambio del modelo económico en China y los acontecimientos que mencionaba en el primer párrafo son indicadores de todo tipo como para que la FED. lo piense dos veces y no está equivocada en mi opinión, ya que en éste momento no sólo es un riesgo económico también lo es político y social.
En México en las últimas cifras dadas a conocer oficialmente en ocasiones hasta contradictorias, se habla de creación de empleos, crecimiento en el consumo interno y nuestras autoridades dan su expectativa de crecimiento para la economía de hasta un 3% en línea para terminar el año. Hasta el momento los precios no se han visto afectados por la depreciación del peso y acorde a ello Banxico espera que la inflación se mantenga por debajo de la meta fijada del 3 por ciento y además opina que en éste momento los inversionistas se centran más en el rumbo de alza en las tasas de interés en EE: UU. Y no en el potencial económico de nuestro país, sin embargo opino que no se puede soslayar que un dólar fuerte también afecta a diversas ramas del país no solo se refleja en las ventajas para nuestras exportaciones.
Pero también hay contradicciones en las expectativas de analistas, expertos y consumidores que resumo en lo siguiente: el consumo y el empleo van a la alza pero algunos analistas y sectores de la sociedad ven expectativas económicas negativas las Reformas Estructurales principales ya están en marcha como la energética, comunicaciones y educación por ejemplo pero desean que aunque sea paulatinas se vean resultados tangibles y al parecer el Gobierno no ha manejado adecuadamente la comunicación con la sociedad, es cierto el país tiene un nuevo rumbo pero el problema es que no se ve con claridad hacia donde se va y se manifiesta en descontento en porciones de la ciudadanía.
Es cierto son muchos riesgos externos pero ante ello, el Gobierno debe ser más claro en su política económica y no anunciar expectativas positivas y festivas que después causan inconformidades por lo alto que se presentan; es correcto el presupuesto austero que se aprobó pero los recortes afectarán y no está claro al menos para un servidor y creo que para muchos individuos y empresas donde está específicamente la austeridad que dará ahorro interno y además se manifestará muy probablemente en una caída en la inversión, que espero esté equivocado.
