Hay mayores peligros
La marihuana hoy la consume cualquiera que la quiera y la pueda comprar. Y los que no la pueden comprar deben conformarse con opciones más económicas.
Estas opciones son extraordinariamente más agresivas y destructivas que la marihuana. El Resistol Cinco Mil es una mezcla de derivados del petróleo con una base de solvente mortal, es un pegamento para uso industrial y también doméstico, lo que significa que cualquiera lo puede comprar excepto los jóvenes y los que tengan el aspecto de viciosos, con un costo aproximado de cien pesos por litro, pero en el mercado negro los que desean usarlo pagan veinte pesos por una cucharada sopera del producto en una bolsa de plástico, es decir aproximadamente dos centímetros cúbicos y traduciendo que un litro tiene mil centímetros cúbicos venden el litro a diez mil pesos los traficantes
El “Huachicol” expresión popular para un tipo de mezcal sin ningún destilado es decir un alcohol etílico cargado de resinas cuyo costo en cualquier “tienda de conveniencia” vale quince pesos medio litro, es un alcohol industrial producido a un costo ridículo de unos tres pesos por el medio litro.
Como sociedad debemos analizar con madurez, es decir con amplio criterio, lo que hoy sucede en el mundo no únicamente en México respecto a las drogas en general sobre todo la marihuana que es parte de nuestra cultura desde tiempos prehispánicos; la canción “La Cucaracha” hace alusión a esta hierba y esta canción es del dominio publico con más de ciento cincuenta años; en las construcciones las personas que suben el concreto requieren un “churro” para cumplir esta ardua labor.
Para un servidor es muy doloroso ver a los resistoleros y huachicoleros, personas muy pobres que a nadie interesan y son destruidos por esos productos y por la tonta ley que pretende cuidar a “los hijitos de papi” que de cualquier forma estos muchachitos se meterán lo que sea, con dinerito por supuesto.
Hoy vienen tiempos de polémica, al respecto será muy importante que alguien de los sabios legisladores alce su voz para defender a este estrato social que hoy no tiene voz pues su ubicación en la pirámide social es el sótano y que a nadie le interesa, son los verdaderamente perdidos por el sistema y son la carne de cañón de las cárceles y los peones al servicio de los cárteles y para acabarla de amolar estas personas no pueden obtener un empleo formal porque hoy todas las empresas piden carta de “no antecedentes penales” así pues como sociedad debemos madurar y exigir que las leyes avancen en el buen sentido.
Algunos alegan que la hierba es precursora de otras drogas, esta misma situación es aplicada al alcohol.
Otros defensores de la familia también se oponen, pero todos los padres sabemos, que al hijo no lo podemos mandar en un cápelo o burbuja de cristal de protección al mundo, debemos educarlo con herramientas tales como el criterio y la responsabilidad, así pues a un niño se le explica que bajo un registro sanitario corren las heces fecales, será su decisión si lo abre y decide bañarse en tal lugar.
Ojalá y nuestros legisladores se pongan las pilas y dejen atrás la actitud paternalista de los “encomenderos” de la colonia cuyas leyes eran hermosamente paternales para cuidar a los “naturales” del nuevo mundo, pero en realidad era una feroz esclavitud disfrazada de hipocresía.
Dios quiera que hoy estos señores legisladores vayan actualizando estas leyes para perseguir un mundo mejor.
Arturo Pedro Salas Juarez,
Comarca Lagunera.
