Sujetos fuertemente armados, abordo de un automóvil pararon la combi de la ruta San Jerónimo y sin mediar palabra asesinaron a cuatro ocupantes de la unidad. (TWITTER)
Cuatro personas, tres mujeres indígenas y el conductor del transporte público en el que viajaban, fueron asesinadas hoy a tiros cerca del municipio de Chilapa, en el sureño estado mexicano de Guerrero, informó una fuente de la fiscalía estatal.
El ataque se registró alrededor de las 6.45 hora local (12.45 GMT) en la carretera Chilapa-Hueycantenango, en un lugar conocido como La Ciénaga.
Miembros del Ejército y agentes de la policía estatal y federal acudieron al lugar de los hechos luego de que pobladores de la zona reportaron una persona herida.
Al llegar al lugar, las fuerzas de seguridad encontraron los cuerpos sin vida de tres mujeres de la etnia náhuatl y el conductor de una unidad de transporte público que cubría la ruta San Jerónimo Palantla-Chilapa.
Minutos después hallaron a un herido en las cercanías, a quien proporcionaron primeros auxilios y trasladaron al Hospital General de Chilapa.
El municipio de Chilapa, disputado por dos grupos antagónicos: Los Ardillos y Los Rojos, es una zona estratégica para el narcotráfico al ser la única ruta disponible para sacar la amapola que se cultiva en la montaña de Guerrero.
En mayo pasado, un grupo de civiles armados identificados como policías comunitarios controló los accesos al municipio, tras desarmar a miembros de las fuerzas locales y tomar varios edificios.
Supuestamente reclamaban seguridad, si bien el alcalde de la localidad, Francisco García, aseguró que actuaron en connivencia con el crimen organizado.
Este crimen de hoy se suma a la muerte de cuatro miembros de una misma familia, tres hijos y su madre, en la noche del domingo en un ataque con granadas y armas de fuego perpetrado contra su vivienda en el municipio de Polixtepec, también en Guerrero.
Ambas zonas son sitios de cultivo ilegal de amapola, la planta que se procesa para obtener la heroína que luego el narcotráfico comercializa, especialmente en Estados Unidos.
Tras la desaparición el 26 de septiembre de 2014 de 43 estudiantes en el municipio guerrerense de Iguala, el estado vive una ola de violencia que ha dejado centenares de muertos.
