Convivencia. Un entorno sano dentro de la familia, la escuela y la comunidad, contribuye a prevenir enfermedades mentales como la depresión y por ende, conductas suicidas en los menores. (ARCHIVO)
El suicidio de un niño de 8 años es el segundo que registra la región por lo que debe estudiarse para conocer a fondo las causas que orillan a un niño de esta edad a quitarse la vida, además de evitar conductas repetitivas, que es lo que generalmente sucede en este tipo de casos, según la psicoterapeuta del Hospital Infantil, Patricia Aguilera Aguirre.
El pequeño se colgó de una litera el pasado sábado, después de que su padre le retirara su celular a manera de castigo.
El primer suicidio registrado en La Laguna en un pequeño de esta edad fue en 2013 y se trató de un menor originario de Gómez Palacio, Durango.
"Tenemos que buscar qué es lo que originó, pero no nada más para saber, sino para tomar este caso y evitar otros casos que se puedan presentar, porque además un suicido genera más suicidios, ahorita hay mucha depresión y lo único que hace falta es un detonante, como un ejemplo a seguir", dice.
Es el sector salud quien primordialmente debe revisar este tipo de casos para adoptar medidas preventivas que contribuyan a combatir este fenómeno.
La especialista explica que estos eventos son derivados de múltiples factores relacionados con el contexto que se vive, por lo que en los últimos años las estadísticas de intentos de suicidio han ido al alza.
Tan sólo en septiembre y octubre de este año el Hospital Infantil de Torreón recibió a tres menores por intentos de suicidio. El más joven era de 11 años y dos más de 15.
Patricia Aguilera Aguirre dice que algunos factores que inciden en estas conductas son: la exposición a la violencia que se ha incrementado en los últimos años en los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías (móviles, computadoras, etcétera), el contexto de violencia social que vive el país en algunas regiones, de las cuales La Laguna no fue la excepción; el aislamiento individual, producto de las nuevas tecnologías (redes sociales, Internet) que propicia una mala comunicación al interior de la familia y hasta la mala alimentación.
Aclara que estos son factores que cuando se conjuntan con padecimientos mentales mal tratados o no diagnosticados a tiempo, llevan a tomar estas decisiones.
"Hay niños con enfermedades en su sistema nervioso que, si no son detectados a tiempo, van a provocar síntomas, conductas no positivas y el niño no va a saber qué hacer con todo este desencadenamiento de conductas que no cabe en ninguna parte y empieza el rechazo, el enojo, el aislamiento y la depresión".
En el caso concreto del hecho más reciente comenta que "todo tiene un porqué" y según la primera información vertida, el niño pudo padecer un trastorno de ansiedad que genera una depresión o un TDHI Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad e Impulsividad en donde "no se miden los riesgos", acompañado de una conducta oposicionista desafiante, así como un contexto familiar difícil.
Según la psicóloga el castigo del padre, que consistió en retirarle el celular, sólo fue el detonante de la conducta suicida, pero debió estar acompañada de algunos de estos factores, mismos que deberán investigarse.
