Crearon el primer procesador de computadora cien por ciento mexicano, el cual está protegido contra ataques de robo de información. (ARCHIVO)
Un grupo de ingenieros del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon el primer procesador de computadora cien por ciento mexicano, el cual está protegido contra ataques de robo de información.
El proyecto Lagarto I lo diseñaron en el Centro de Investigación en Computación (CIC) del IPN con el objeto de abrir paso hacia la fabricación de CPU’s en México y de reducir la compra de computadoras o sistemas operativos a empresas extranjeras.
En un comunicado del Politécnico, el líder del proyecto, Marco Antonio Ramírez Salinas, dijo que la razón para realizar el proyecto fue desvincular y dejar la dependencia comercial extranjera que ofrece servicios en el área de seguridad nacional a México.
El prototipo es el primero de dos procesadores embebidos programados para 2015 y 2016, los cuales se usan para la investigación y docencia en la maestría en Ciencias de la Ingeniería de Cómputo del Politécnico.
El propósito de usar este equipo en la maestría es generar recursos humanos de alta especialidad y a largo plazo para fabricar estos procesadores.
El investigador detalló que la arquitectura del procesador se segmenta en siete etapas: búsqueda y extracción de instrucciones, decodificación, lectura de registros, ejecución, adelantado de valores, escritura de resultados y acceso a memoria de datos.
Ramírez Salinas añadió que una vez modelada la arquitectura del procesador, se compila la información y desde una computadora se transfiere vía serial a un dispositivo de prueba, el cual sirve para evaluar de manera física la microarquitectrura de Lagarto I.
El desarrollador agregó que a mediano plazo buscan que Lagarto I se convierta en una alternativa mexicana para resguardar información clasificada.
El ingeniero comentó que aunque en su equipo de trabajo existen especialistas que se dedican a endurecer los sistemas operativos contra hackeos, el hecho de que México comience a diseñar sus propios procesadores es un gran paso para evitar la infiltración de terceras personas en los sistemas informáticos.
